Un escaño por una multa

La proporcionalidad es un factor clave en todo supuesto judicial: cada hecho tiene que tener unas consecuencias determinadas en función de su gravedad. Perder un acta de diputado por una multa no parece, desde luego, nada proporcional. Y esto es lo que le ocurrió a Alberto Rodríguez, según el criterio del Tribunal Constitucional.

El alto tribunal ha dado un tirón de orejas en toda regla al Tribunal Supremo por haber mantenido su inhabilitación cuando la normativa penal no le obligaba a ello si la pena era inferior a tres meses de prisión. También Maritxell Batet, la entonces presidente del Congreso de los Diputados, realizó una interpretación excesiva del castigo.

Y con ambas decisiones, no solo Podemos y la provincia de Santa Cruz de Tenerife perdieron a unos de sus representantes en el Parlamento nacional; también se resintió el propio sistema democrático por un pronunciamiento desmesurado de la Justicia. A la que si algo hay que exigirle es, por encima de cualquier cosa, mesura.