El mosquito que amenaza Canarias encuentra una nueva y peligrosa forma de viajar: cómo identificarlo fácilmente
No se habían registrados movimientos como los que se está produciendo en estos últimos tiempos después de diez años de investigación del Instituto de Enfermedades Tropicales
Basilio Valladares, especialista en enfermedades tropicales: "De momento estamos bien"
Las Palmas de Gran Canaria
La amenaza del mosquito tigre vuelve a pasar al primer plano de la actualidad en la isla de Gran Canaria. Después de haber localizado y varios ejemplares en el barrio capitalino de Tamaraceite, en Las Palmas de Gran Canaria, ahora el Servicio Canario de la Salud ha lanzado una alerta tras detectar a un ejemplar en una de las trampas instaladas en la terminal de cruceros del Muelle de Santa Catalina, en el Puerto de La Luz y de Las Palmas. Aunque, de momento, no se han localizado más ejemplares en el resto de trampas distribuidas entre las instalaciones de la zona portuaria de la capital, los servicios de emergencia han intensificado la vigilancia como consecuencia de la posible amenaza de estos ejemplares que son vectores de transmisión de enfermedades en las zonas donde se encuentran plenamente expandidos.
Más información
"Con la llegada de los cruceros están llegando también ejemplares de estos mosquitos", advierte el investigador y especialista en enfermedades tropicales Basilio Valladares. "De momento, el sistema de vigilancia montado desde hace más de diez años por el Instituto de Enfermedades Tropicales y por la dirección general de Salud Pública ha permitido controlar su expansión", reconoce el científico en una entrevista en Hoy por Hoy El Drago. Estos mosquitos "se meten en los barcos" para transitar de un lugar a otro y llegar hasta Canarias para luego enterrarse bajo tierra "donde buscan lugares con agua para reproducirse".
"De momento estamos bien", afirma Valladares, aunque lamenta que la colaboración ciudadana no está siendo la más adecuada. "Hay un pequeño problema en la urbanización del barrio de Piletas, en donde queremos resolver el problema, pero no podemos porque la colaboración ciudadana no ha sido del todo eficaz como en otros lugares".
Una preocupación creciente: "Uno cada quince días"
"Me preocupa especialmente que ahora estén llegando estos vectores de transmisión de enfermedades", reconoce Valladares porque "cada quince días nos encontramos con algún ejemplar que llega en cruceros que se erradica y se acabó", afirma el científico. Existe un proyecto para intentar estructurar una legislación común entre las regiones de la Macaronesia, entre las que se incluyen Canarias, Cabo Verde y Madeira, con el propósito de que, en origen, "no se pasen el mosquito a Canarias no dejándolo salir" de los archipiélagos vecinos. "Hay un sistema de trampeo y de actuación con pinturas insecticidas que deberían emplearlos en origen y que no lo están haciendo; vamos a intentar que se regule a través de una legislación específica".
El mosquito "produce picaduras", pero el problema es que todos los años Canarias recibe a cientos de personas que provienen de países donde predominan enfermedades como el dengue, el zika o chikungunya o fiebre amarilla. "Si no hay mosquito no hay problemas porque a la persona se le trata y se cura, pero si hay mosquito tenemos el riesgo de que se genere un brote", dijo Valladares.
Cómo identificar el mosquito Aedes aegylpi
El Aedes aegypti es un mosquito que suele medir menos de un centímetro de diámetro, es de color negro o marrón y presenta rayas blancas distribuidas por el cuerpo y las patas. Vive de veinticinco a treinta días y para reconocerlo debemos prestar atención a las manchas blancas que lleva en su dorso y patas. Para localizarlo, es fundamental la colaboración ciudadana, facilitando a los técnicos la colocación de trampas allí donde lo soliciten. Únicamente a través de estas trampas se puede controlar la expansión del mosquito.