Opinión

Algo pasa con el turismo

COMENTARIO CASTAÑEDA 29 ENERO

La única vez que me llamaron “guiri” fue hace unos 35 años paseando en grupo por una de las calles del casco viejo de San Sebastián en Donosti.

La palabra, oída por vez primera por mis pabellones auditivos, llevaba tal carga de desprecio, que me sonó a disparo seco en el cerebro. Estuve a punto de cometer una imprudencia y responder que yo no era extranjero, que era español. Si lo llego a decir, seguro que hubiese sido peor el remedio que la enfermedad, porque en aquel entonces ETA mandaba en Euzkadi y sus cachorros campaban a sus anchas por las calles de esa hermosa tierra rebosante de gente extraordinaria.

El recuerdo de esa vieja vivencia, me ha venido a la cabeza leyendo la magnífica información que ha publicado el periódico El País durante el fin de semana sobre el histórico crecimiento del Turismo en España

Números y crecimiento incesante del turismo en el PIB nacional al margen, me ha llamado la atención la tangible preocupación en el sector en cuestión por la percepción de malestar que está generando esta actividad económica entre la población residente.

Esta percepción no es un capricho personal, y tampoco consecuencia de la excepcional interpretación de Bambones en la final del Concurso de Murgas analizando desde la perspectiva popular la incidencia del turismo en la vida de los tinerfeños.

Ni una cosa, ni la otra, sino que El País recoge palabras de Cristina Riu, Consejera delegada del potentísimo grupo RIU en FITUR, que afirmó que les ha faltado valentía para formular una propuesta de referéndum a la ciudadanía para preguntarle por el modelo turístico que quiere. Es más, la señora RIU llegó a abrir interrogantes contundentes al preguntar en voz alta “si queremos turistas o no los queremos”.

Mi sorpresa fue en aumento cuando trascendió el dato de que Tourespaña, durante el presente año, realizará 26.000 encuestas para conocer el grado de aceptación o rechazo del turismo entre los ciudadanos.

Algo está pasando y la culpa no es de Bambones. El Editorial de hoy de El País incide en la necesidad de fomentar la sostenibilidad, reducir la temporalidad, mejorar las condiciones salariales y laborales de los trabajadores de manera digna.

Yo no he visto a nadie por ahí, garrote en mano, en una esquina para darle un jaquimazo a un turista, pero cuando el barranco suena desde una parte del sector empresarial, y organismos públicos hacen encuestas sobre el turismo, algo está pasando.

Doctores tiene la iglesia cabría decir para analizar a tiempo qué sucede.

Mientras tanto, yo solo digo: “Mi vida es ser un Bambón”.

Lunes, 29 de enero. Buenos días La Palma. Buenos días Tenerife.