Opinión

Se escribe un drama

COMENTARIO CASTAÑEDA 30 ENERO

Se lo contábamos ayer, el Gobierno de Canarias califica la llegada incesante de migrantes a nuestras islas como insostenible. Borrón con las cifras del pasado año, y los números del nuevo almanaque cantan de manera contundente e incontestable: solo en este mes de enero, 6.638 migrantes han llegado a nuestras costas, de los cuales 2342 arribaron durante el pasado fin de semana. La inmigración que compite con usted y con nosotros por un puesto de trabajo o por contar con un techo es la que llega por los aeropuertos de manera legal.

Los otros migrantes son pasajeros con billetes a un destino incierto, la mayoría de los cuales retornarán a sus países de origen o a lugares próximos a los mismos. La excepción la constituyen los menores de edad no acompañados que cuentan con el derecho a ser tutelados por la administración española. Los niños y niñas que se encuentran en esta situación en Canarias alcanzan ya la cantidad de 5.200 corazones. Una cifra que revela y certifica la insolidaridad del resto de las Comunidades Autónomas con Canarias, que fichas financieras aparte para esta cuestión, no puede seguir asumiendo este drama humanitario en solitario. Hace bien el gobierno de Canarias poniendo el mascarón de proa apuntando al Gobierno de España para que se apremie en la modificación de la ley para los menores. Porque es todo un escándalo insolidario, salvo esas acogidas muy puntuales por parte de territorios peninsulares, que una Comunidad de nuestras características, este haciendo frente en solitario a la atención en un territorio limitado de un número de niños y niñas inasumibles que ya alcanzan una cantidad impensable e inabarcable para los recursos de los que disponen estos peñascos.

Hoy visita nuestra tierra la Ministra de Infancia, Sira Rego, a la que metafóricamente hablando le pedimos, que no venga como lo han hecho sus predecesores con espejitos y collares de colores para, como se dice en esta tierra, nos endulce las bembas. En Canarias se está escribiendo una drama en toda la extensión de la palabra. Basta ya de paños calientes y de palabras tibias. En esta ruta perdieron la vida el pasado año, que se sepa, seis mil siete personas. Por lo tanto, ya es hora de que esta cuestión sea afrontada con determinación y medidas resolutivas. Ya no caben más compromisos con la boca chica y frases que caen ese mar por donde llegan estos parias rebotados por la costa africaana. Otro día hablamos de estos menores acompañados perdidos en la soledad de las aulas a las que están siendo remitidos y en las que están en fuera de juego absoluto.