Sobre la censura a Elsa López

La decisión de Carlos Sosa, propietario y director de Canarias Ahora, de retirar un artículo de opinión de Elsa López, ha provocado un enorme revuelo.
Lo que ha hecho Sosa, alegando cuestiones de estilo, ha sido censurar un artículo de una escritora enfadada, porque cuestiona directamente la línea editorial de su periódico, entregado claramente a la banda de la izquierda. Yo no me rasgo las vestiduras por ello, aunque entiendo que Elsa López se sienta maltratada: su estatus como opinadora consiste en que ella envía sus colaboraciones gratuitamente, tiene un prestigio literario absolutamente consolidado, y su voz no forma parte del farfullo cotidiano de los medios. Es una voz independiente, la de una mujer de izquierdas enfadada porque en su opinión –también en la mía- se ha confundido un circo de intención provocadora, con una proclama en defensa de la mujer. Vivimos en tiempos confusos, en los que reivindicar ser una zorra (o una Barbie) puede hacerse pasar por un empoderantecanto de libertad. Es verdad que el artículo de la gran Elsa contiene palabras malsonantes. ¿Y? También abundan en el show zorril del dúo Nebulossa. En estos tiempos, un par de insultos genéricos, o considerar que una canción sea –literalmente- una bazofia o una mierda, no debería resultar motivo de escándalo.
Creo que Sosa se equivoca justificando su decisión en las supuestas ofensas contenidas en el artículo. Porque ha mentido: no es por esas palabras malsonantes por lo que el texto se retira. Se retira y censura porque en él una escritora de izquierdas cuestiona los argumentos de la izquierda –también los del presidente Sánchez y su alusión a la fachosfera partidaria de enviar el Cara al Sola Eurovisión, que manía ésta de restregarnos la Guerra Civil y la dictadura a todas horas…Personalmente, empatizo muchísimo más con la poderosa indignación literaria de Elsa por ‘Zorra’ que con la bochornosa letra que provoca su enfado. Puestos a empoderar lo que se tercie, yo estoy por el derecho a la verdad: hay centenares de artículos de Carlos Sosa despellejando a quien se le pone a tiro, mucho más insultantes (y tóxicamente destructivos) que decir que el público que votó ‘Zorra’ es imbécil o la canción y su coreografía una pastelera mierda.




