"Lo están haciendo mal": la advertencia de la Audiencia de Cuentas a los ayuntamientos

Las Palmas de Gran Canaria

El desfase de la ejecución presupuestaria de las administraciones locales e insulares canarias ha puesto en el punto de mira su gestión económica y los problemas que la dificultan. Mientras algunos ayuntamientos cierran el año con más de un 100% ejecutado como Mogán o Tías, otros como por ejemplo, el ayuntamiento de la capital grancanaria ejecutó durante 2022 sólo un 54% de su presupuesto. Las trabas administrativas y los lentos procedimientos en la mayoría de los casos generan esta baja ejecución de las cuentas que repercute directamente en la merma de la calidad de los servicios públicos y en la ejecución de obras públicas.

A esto se añade además que las administraciones locales canarias fueron apercibidas por el Tribunal de Cuentas por la ocultación de convenios por valor de 357 millones de euros durante el ejercicio 2021. La poca transparencia junto a la tramitación de contrataciones de manera directa sin procedimiento fiscalizadores, como las realizadas en Cabildos como el Lanzarote, Gran Canaria o el Hierro, ponen en el foco, la efectividad de la gestión económica pública en las administraciones locales. El presidente de la Audiencia de Cuentas en Canarias, Pedro Pacheco, señala que “el problema está en que no saben presupuestar. Donde es más significativo ese descenso es en las inversiones de capital o transferencias a terceros. Hay ayuntamientos que presentan cifras muy bajas, incluso por debajo de la media nacional y la canaria como es el caso de Las Palmas de Gran Canaria y, esto ocurre por varios problemas. Primero, porque viene mucho dinero de otras administraciones que además tienen que ejecutarlo antes de que finalice el año y esto es prácticamente imposible. Además se añade que no se presupuesta bien. Cuando uno va a comenzar una obra en el mes de marzo o en el mes de abril, lo que no puede es contratar una obra cuando no tienen realizado ningún tipo de documento con la complicación de permisos que tiene cualquier tipo de obra. Son procesos en los que se ha priorizado la captación de dinero, frente al planificar la inversión. Esto requiere de unas medidas de organización y de personal que los ayuntamientos canarios no están adecuando debidamente", ha explicado.

En el caso de las Mancomunidades Pacheco ha indicado que "si bien son un instrumento muy válido, Canarias es una de las regiones españolas con mayor diversidad municipal, frente a Castilla León o Andalucía que tienen ayuntamientos con solo dos vecinos. Sin embargo, a pesar de que son unos instrumentos de cooperación cuya vocación debería ser la de unificar servicios en ayuntamientos pequeños, sin embargo al tener políticas y situaciones presupuestarias diferente esa puesta en común, esos esfuerzos que deberían hacer de gestión para hacer temas de control de alumbrado, recogida de basuras o bomberos en común, son difíciles de ejecutar. Al final caen en la inactividad. Hasta hace poco habían 11, ahora hay 8 y, prácticamente en funcionamiento, 5. Realmente, la dificultad está en unificar esfuerzos y presupuestos. Hay algunas que funcionan y de éxito. El mayor defecto que tienen es la dificultad de cooperación”.