"Se está perdiendo el principio de autoridad": la tragedia de Barbate destapa las carencias de la Guardia Civil
La Asociación Unificada en Canarias denuncia falta de medios personales y materiales con "un despliegue territorial del siglo XIX"
Santa Cruz de Tenerife
La trágica muerte de dos agentes en Barbate (Cádiz) durante el pasado fin de semana, cuando fueron arrollados por una narcolancha, ha dejado al descubierto las costuras de la Guardia Civil. La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) insiste en una reclamación histórica: ser considerados una profesión de riesgo. "El Gobierno no quiere catalogarlos como tiene a las policías locales y autonómicas", denuncia Juan Couce, portavoz en Canarias.
La advertencia es clara y pasa por la falta de medios materiales y personales así como por la pérdida del principio de autoridad que perciben: "Tenemos un despliegue territorial del siglo XIX y estamos en el siglo XXI (...) Si seguimos adelante (así), igual llegamos a un punto de no retorno". Sobre el fallecimiento de sus compañeros y la situación del cuerpo, Couce denuncia un aumento de los ataques a los profesionales ya que "sale muy barato agredir a un agente del orden. Es un grave problema, una persona que agrede a un agente de Policía, de Guardia Civil, incurre en un delito leve de lesiones. Esto implica una multa de 50 o 60 euros".
"Se está perdiendo el principio de autoridad"
Pérdida del principio de autoridad
AUGC reclama desde hace 20 años un nuevo destacamento de Servicio Marítimo en Lanzarote, donde no hay embarcaciones fijas y las existentes dependen de la isla majorera. Es la primera de las carencias, pero no la única. Couce destaca una falta de personal para cubrir el servicio: "Nos hacen falta mecánicos, marineros y patrones para pilotar esas embarcaciones. No es efectivo tenerlas solo en Fuerteventura y que tengan que vigilar el Archipiélago Chinijo y la costa de Morrojable. Es prácticamente imposible".
Suman también el parque de vehículos de la Guardia Civil en Canarias. "Se habla de que no tienen que tener más de 10 años y hay muchos que pasan de una década", explica señalando además los modelos elegidos. Se trata de turismos cuando "la realidad es que se necesitan vehículos mampara para llevar a personas detenidas en las patrullas que se realizan de seguridad ciudadana".
Más medios materiales
Couce destaca las numerosas carencias que persisten en las dotaciones materiales. Ejemplo de ello son los chalecos antibala, aunque "gracias a Dios ya nos han comprado para casi todos los agentes que están prestando servicio de seguridad ciudadana en la calle". Lo que sí falta, inciden, son pistolas eléctricas o cámaras de grabación porque "es muy fácil criticar o decir que los agentes no han actuado bien, ahora que todo se graba con los móviles, cuando realmente carecemos de los medios necesarios para poder reducir a una persona que está fuera de sí".