Canarias, desenmascarillada

Ni uno, ni dos, sino tres casos mascarillas acumula ya Canarias. No hay nada más triste para una comunidad autónoma que estar a la cola de tantos asuntos, y a la cabeza precisamente de éstos.
Que la gestión de la pandemia fue tan desesperada que, bajo esta presión, se cometieron deslices y delitos es más que evidente. Y por unos y otros hay que responder. Corresponde a la Justicia investigar los segundos, y al anterior Gobierno dar explicaciones verosímiles a la ciudadanía. No vale "el tú, más" con que se despacha habitualmente la clase política.
De todo lo visto y oído hasta ahora caben sacar al menos una moraleja y un ruego. La primera, que las emergencias no pueden volver a convertirse en una coladero de empresas sin experiencia, solvencia, ni escrúpulos. Sean conocidos o no los empresarios que se aprovecharon míseramente de una crisis sanitaria.
Y el ruego a aquellas personas honestas que están al frente de las desacreditadas instituciones judiciales o políticas, para devolvernos la confianza en el sistema, llevando hasta las últimas consecuencias sus denuncias frente a las presiones del poder y del dinero.

Marta Cantero
He trabajado en diversos medios de comunicación de las Islas, tanto en Gran Canaria como en Tenerife,...




