Ni aburridos, ni malpagados
LA MIRADA 5 MARZO
La prolongación de horarios laborales es algo habitual en demasiadas actividades económicas, entre ellas la restauración. Lo saben quienes trabajan en ella y quienes disfrutan de ella. Yolanda Diaz se atrevió a oficializarlo y ha saltado en trompa medio país a defender el derecho a estar de juerga hasta las tantas. Aunque no era ese el sentido del debate que abrió, como una Caja de Pandora, la ministra de Trabajo.
A la presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid le faltó tiempo para interpretar el papel que más le gusta: la Libertad guiando al pueblo. Y defendió el derecho de los españoles a divertirnos hasta el amanecer; y a abrir la Noche, especialmente la madrileña, a los calaveras europeos.
Y es cierto que el ocio en nuestro país es mayor que la media europea. Y está bien mantener esta seña de identidad de la marca España. Lo que no es comprensible es que muchos coman y beban hasta altas horas de la noche a costa de la explotación laboral de pocos. Y esto, acabar con horarios infernales y bajos sueldos, es lo que pretende la ministra gallega. Y no dar la estocada a ningún lucrativo negocio de restauración.
¡No queremos ser un país aburrido, pero tampoco malpagado!