Idas de olla
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COMENTARIO CASTAÑEDA 20 MARZO
Ríanse un rato, pero las ollas exprés siempre me produjeron cierto nivel de temor, que se aliviaba cuando por la espita en cuestión brotaba el vapor liberado del interior del artefacto que, si mal no recuerdo, celebra su libertad acompañada de un silbido que desconozco si era un reconocimiento a mis amigos gomeros o a la apuesta de Casimiro Curbelo por el Puerto de Fonsalía.
Acudo al recurso de la olla exprés, porque la misma se me antoja como claro ejemplo de la distorsión humana que envuelve a los tiempos actuales.
Dicho esto, podemos afirmar que a las personas de manera individual y a otras de manera colectiva se les ha ido la olla de modo irremediable.
Hay en el estudio desde donde les hablamos dos televisiones que emiten sin tregua, qué pena, las imágenes de los niños desnutridos en Gaza y como otros, que apenas les sacan unos centímetros de altura, aprietan sus caras contra una verja, en el intento desesperado de alcanzar algo de comida esgrimiendo infructuosamente unos recipientes con dibujos infantiles, que quedan ajenos a las manos que reparten algo de alimento en medio de ese caos de desnutrición que tiene como pasillo final el encuentro con la muerte por inanición.
El alma se quiebra, y al derecho al pataleo sordo le da por pensar, que al igual que se ha hecho con el Holocausto, debieran producirse un sinfín de películas que recojan la masacre irracional israelí en Gaza. ¡Vaya con el pueblo elegido!
La olla exprés sube su temperatura de manera colectiva e individual decíamos. Y aquí en nuestra tierra, por su válvula de escape aparece la noticia de un hombre de 23 años que persigue a su pareja de 20 con la intención de agredirla con un machete de grandes dimensiones mientras ella huye con un bebé de tres semanas en sus brazos.
A unos y otros no se les va la olla. A ellos, en Gaza y Aquí, les ha salido el ser primitivo involucionado sediento de sangre que llevan en su interior y que desdicen la presunta e invisible dosis de humanidad que deberían portar en sus interiores.
Quijadas, machetes o misiles qué más da? El hombre es un lobo para el hombre y también para los niños.
Miércoles 20 de Marzo.




