Sobreactuación tolerada

Comparado con el del Congreso y el del Senado, el nivel decibélico del Parlamento Canario podría calificarse de moderado a tenor del ruido inherente a la bronca a la que está encadenada la política de nuestro país.

Obviamente, en la Cámara Autonómica no todo es bonanza, y tampoco impera la melodiosa música del entendimiento y de la hermandad política, prueba de ello son las inopinadas arrancadas de algunas de sus señorías, que sorpresivamente, elevan el tono de sus voces para alarma de algunos de sus compañeros, que que repentinamente sobresaltados quedan casi a las puertas de las consultas cardiológicas de la sanidad privada, que ellos sí se pueden permitir pagar.

Pero por encima de todo, del Parlamento Canario podría decirse, que más allá de las salidas de tono que impone el guion-argumentario partidista, es una zona de bajas emisiones decibélicas, y ello conduce a la existencia de días en los que sus señorías se superan en la sobreactuación tolerada ante temas que contarán con la práctica unanimidad de toda la Cámara , excepto de VOX que ya se sabe que va a otro rollo por su condición de Reserva Espiritual de Occidente.

Ayer se dio en el Loro Parque Político, uno de esos días, en los que las intervenciones de sus señorías pugnan por superar en la coincidencia del voto al discurso de sus predecesores, y todo ello fue promovido por la demanda cameral del traslado de la Momia Guanche de Erques que permanece en Madrid desde 1763 a nuestra tierra.

Cada intervención parlamentaria fue intentada superar por la de los posteriores intervinientes a los que solo les faltó dirigir increpaciones al cielo: Guañoth, Achaman en demanda de la momia trasladada del territorio de los barrancos de entre Guímar y Arico hasta las manos empuñetadas de la realeza española.

Resulta emotiva esa unanimidad en la acción política en pos del interés común. Emociona tanto el empeño parlamentario priorizando el bien del pueblo, que se me ocurre pensar que los habitantes de esta tierra deberíamos vestirnos de momias sin distinción de clases sociales, y tal vez de esa guisa, nuestros sententa parlamentarios queden irremisiblemente avocados a coincidir en la solución de los problemas que nos afectan diariamente: pobreza, sanidad, educación, vivienda y demás asuntos que nos tienen en el furgón de cola de tantos asuntos trascedentes.

Pues eso, que cuiden de nosotros que somos momias vivientes, que traigan la Momia de Erques y que se la intercambien con el Estado por el Hotel RIU Oliva Beach de Fuerteventura, que podrán desmontar pedacito a pedacito y embalarlo para la Península mientras se les buscan a los 400 trabajadores que se quedarán sin trabajo, curros como cargos de confianza.

Por falta de administraciones dónde meterlos no será. Mucho más ahora que hay más estabilizaciones que las que tenía el JET FOIL en paz descanse.

Jueves, 21 de marzo.