"Turismo vandálico": indignación en las redes por un nuevo atentado contra el patrimonio natural de Canarias

Las Palmas de Gran Canaria

El "turismo vandálico" suma un nuevo capítulo. Un grafitero alemán, llamado Markant.berlín subió a su cuenta de Instagram sus actividades incívicas durante una visita a Gran Canaria. El vídeo, subido a la red social el pasado 23 de diciembre, comienza en el avión que le lleva a Gran Canaria. Nada más aterrizar entra en una tienda de pinturas donde compra varios sprays de diferentes colores. A partir de entonces es una sucesión de imágenes vandalizando cualquier cosa que se encuentre en su recorrido por Gran Canaria. Rotulando desde señalización de lugares como la playa de Tiritaña, mobiliario urbano y hasta un gran mural que decidió afear en pleno barranco de Azuaje.

Este grafitero apenas tiene seguidores en su país de origen, pero el vídeo ha sido visto por más de 52.000 personas. Los pocos comentarios vitorean su hazaña mientras que los únicos que lo critican lo hacen en español pidiendo medidas contra el autor de este nuevo atentado contra nuestro patrimonio natural. Las críticas han sido numerosas. La cuenta de X de 'Mi playa de las Canteras' publicaba este vídeo con este comentario: "Nos envían este vídeo desde Instagram, donde se ve a un turista alemán que, desde que llega, solo se dedica a pintarrajear la isla, es decir, turismo vandálico...". En esa publicación la indignación es absoluta con fuertes críticas al autor de estos grafitis.

Este grafitero alemán no es la primera vez que atenta contra el patrimonio natural de las islas con sus pintadas en rocas, vallas o señalización de tráfico. En otro vídeo subido en enero recorre Fuerteventura pintando con spray en espacios naturales, también señalización y muros de casas abandonadas en lugares recónditos de la isla. Las fechorías de este grafitero, que se tapa la cara en los vídeos para no ser renococido, no se limitan a Canarias, también hay otro vídeo en su cuenta de Instagram con imágenes de sus actividades por una isla griega.

Estos nuevos actos violentos contra el patrimonio natural de las islas se producen en un momento en el que una parte de la opinión pública considera que hay que poner límites o al menos, controlar los excesos que provoca el turismo de masas. Con todo, se trata de los desmanes de pocos visitantes que actúan de forma incívica. Estas prácticas ilegales pueden acarrear costosas multas a los autores de las pintadas. En zonas protegidas las sanciones pueden ir desde los 3.000 euros a los 200.000 euros.