Sobre la situación en el Sahel
Sigue el canal de la SER en WhatsApp
Encontrarás toda la información, el deporte y el entretenimiento: la actualidad del día y las noticias de última hora, los mejores vídeos y momentos de la radio, entrevistas, reportajes y mucho más.
Leo que la emigración que llega a Canarias es una amenaza para la seguridad. Lo más chocante es que no se trata de una declaración de un gerifalte de Vox, uno de esos radicales que lleva diciendo exactamente lo mismo desde hace años. Supongo que entonces no sería noticia. Lo es porque se trata de una de las conclusiones del informe anual del Análisis de Riesgo, que realiza la Presidencia del Gobierno, y en el que ha participado un plantel de más de 250 expertos de todas las instancias gubernamentales. Eso es lo que llama la atención, que un organismo de Moncloa, el Departamento de Seguridad Nacional, que no depende de Defensa, como podría creerse por su nombre, sino directamente de Pedro Sánchez, considere la emigración irregular, más que un problema humanitario y de integración, un asunto de seguridad nacional. Parece un enorme cambio de paradigma, desde la épica candidez del Aquarius, aquel barco con 629 inmigrantes a la deriva, que Italia y Malta se negaban a dejar atracar en junio de 2018.
Pero en realidad, la sorpresa no debiera ser tanta: hace ya años (dos y medio después de los aplausos a la llegada del Aquarius- que la llegada a España de emigrantes se considera por el Departamento de Seguridad Nacional como uno de los principales peligros para el país. Lo que ocurre es que en esta ocasión se califica a los flujos migratorios como amenaza de intensidad “muy alta”.
Las tropas francesas, que mantenían la presencia europea en la región, se han retirado del Sahel a medida que se producían los golpes de Estado en Malí en mayo de 2021; en Burkina Faso en septiembre de 2022; y en Níger en julio del año pasado. La colaboración con Rusia —socio evidente de Malí que refuerza su papel en Burkina Faso y Níger— no solo no ha frenado la expansión del yihadismo, sino que ha recrudecido los conflictos.
Una situación explosiva, la del Sahel, que justifica el inesperado retorno a la realidad de un Gobierno -el de Sánchez- instalado hasta hace no tanto en una visión absolutamente Disney del mundo.