El vinilo, el formato musical que continúa sonando en Canarias

Santa Cruz de Tenerife

"Los vinilos viven un gran momento". Este pensamiento es compartido por los propietarios de tiendas de música en formato físico del Archipiélago. Señalan que la situación actual es buena y que la clientela sigue apostando por disfrutar la experiencia que supone comprar y escuchar un disco. En 2014, los vinilos comenzaron a resurgir y a llenar las estanterías de comercios y aficionados para emprender lo que se podría denominar como una segunda vida. El auge este producto provocó que comenzaran a abrirse nuevas tiendas de este tipo en las Islas.

Jesús Duque es el propietario de la tienda Hey Boy Hey Girl! en San Cristóbal de La Laguna. Tiene claro que "el formato está más vivo que nunca" y que eso se refleja en la clara demanda que ve en su clientela. Duque resalta el papel que juegan los jóvenes: "Son los que marcan la diferencia y, en mi caso, los que mantienen la tienda". En los negocios se vende todo tipo de música, afirman que se da un equilibrio entre la música underground, la especializada y la de artistas más comerciales como Rosalía, Harry Styles o Lana Del Rey.

El vinilo es el formato que más se vende. Fernando Rujas, dueño de Jumping Man, una pequeña tienda de vinilos que se encuentra en la calle trasera de la Catedral de La Laguna (Tenerife), destaca que "aunque estamos en un momento donde reinan las plataformas musicales de reproducción como Spotify, hay algo latente en la clientela que les sigue animando a comprar en físico".

¿Es rentable tener una tienda de vinilos en Canarias?

Alberto Segura, también puso en marcha en la capital tinerfeña El Cinematógrafo. Considera que comparando la situación actual con el pasado, se vive una época de nicho de mercado que no tan espectacular como se piensa. "Hay coleccionistas, seguidores fieles y, en los últimos años, se han incorporando compradores por la moda de la vuelta del vinilo. No sabemos si seguiremos esta buena racha", apunta.

El sector en las Islas no es amplio y hay un pequeño número de comercios que, en su mayoría, se agrupan en las grandes ciudades. "La gente no se quiere arriesgar a montar este tipo de negocios", explica Duque.

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Rujas manifiesta que está teniendo un buen número de ventas, que suele tener un repunte en la época navideña, y que esto les permite estar más holgados económicamente el resto del año. En este sentido, Duque destaca que su negocio se mantiene a flote y que ha podido permitirse contratar a una segunda persona. El propietario de Hey Boy Hey Girl! piensa que la rentabilidad de un negocio de este tipo tiene que ver con el escaparate, la forma de llevar la tienda y el trato a los clientes.

Segura añade que es muy importante la persona que gestione el negocio: "El mundo del vinilo es muy especializado, creo que existe una mayor rentabilidad si la persona que capitanea el barco es aficionado de la música".

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Pese a los buenas cifras de ventas, desde el sector también expresan que sufren algunos inconvenientes. Pablo Gallego, dueño de 33 Revoluciones, una tienda de vinilos de segunda mano en pleno centro de Las Palmas de Gran Canaria destaca tres motivos que hacen que el día a día sea algo más complicado. "Los costes de un disco nuevo crecen cada vez más. Luego, los impuestos para la cultura en España son bastante altos y, por último, los vinilos de segunda mano se están agotando y se dificulta conseguir lo que solicitan los clientes", reflexiona.

Duque expone que los precios han subido en los últimos meses: "Antes un vinilo costaba entre 28 y 30 euros y hoy pueden llegar incluso a superar los 40". Gallego reflexiona sobre el papel de grandes almacenes como El Corte Inglés y la FNAC, que indica que presionan a la industria y venden los productos a un menor precio que las tiendas de barrio. "No se puede competir con estos grupos", sentencia.

Perfil de la clientela

Gallego comenta que no hay un perfil fijo, aunque la edad media de los clientes se encuentra en los 40 y 50 años. Rujas señala que "la gente joven juega un papel fundamental y que son los que marcan la diferencia". Segura apunta que los jóvenes están redescubriendo a artistas de los ochenta y consumiendo la música comercial actual. "Dentro de este regreso del vinilo hay una segmento importante de gente joven que se ha reincorporado", afirma el dueño de 33 Revoluciones.

Rujas asegura que la gente de mayor edad nunca se ha alejado del formato físico y Segura comenta que existe un público low cost: "En la actualidad la gente quiere conseguir lo máximo posible por poco dinero y no debe ser así". En cuanto a los jóvenes, el dueño de 33 Revoluciones cuestiona si, en un futuro, seguirán apostando por comprar discos en físico.

La huella musical de los artistas canarios

Se vive un momento donde nombres de cantantes de las Islas suenan con fuerza en el panorama musical nacional e internacional. Jesús Duque comenta que la artista canaria que más vende en su tienda es la palmera Valeria Castro. "Otros artistas como Cruz Cafuné, Quevedo o Bejo venden sus discos en sus propias páginas webs y no llegan a los comercios", asegura. Gallego apunta que si vende algunos grupos clásicos canarios, pero indica que "lo más demandado es el folclore de las Islas".

Los profesionales auguran un futuro marcado por las nuevas generaciones y por una cantera que prime por la calidad del sonido. Esperan que se siga apostando por la música en todos sus formatos y que continúe presente el romanticismo y las sensaciones que despierta comprar un disco para escucharlo a otro ritmo y de una manera más personal.