"Somos las esclavas de los europeos": así dejan las habitaciones de hotel algunos turistas en Canarias

Marcia Díaz, portavoz del colectivo de Las Kellys, ha marchado junto al resto de colectivos de trabajadoras y sindicatos en las calles de Canarias, donde hace tan solo un mes casi 60.000 personas reivindicaron un límite al crecimiento turístico. Las que limpian los hoteles llevan años pidiendo el reconocimiento de su trabajo como "penoso", para lograr de ese modo una jubilación anticipada. "Es un trabajo penoso, donde cumples una jornada de ocho horas durante veinticinco años y al final terminas totalmente dañada. Tu cuerpo, tus cervicales, tus manos, tu espalda. Es un trabajo penoso y debería ser considerado como tal", reivindica la portavoz del colectivo de Las Kellys en Gran Canaria.

Los sindicatos y la patronal grancanaria llegaron a un acuerdo para solicitar esto formalmente tras años de lucha por parte de las Kellys. "Celebramos que hayan llegado a ese acuerdo, porque llevamos años pidiéndolo sin que nos hagan caso. Esperemos que sea muy pronto", reivindica Marcia, que pone el acento en las condiciones laborales. "Un carro lleno de ropa de cama y con los productos de limpieza pesa más de 150 kilos. Si además ese carro tiene una rueda que funciona mal tienes que empujar el doble. Además, a veces llegamos a las habitaciones y encontramos cosas que mejor no decirlas, porque es tremendo", explica Marcia.

Habitaciones desordenadas, con ropa sucia en el suelo

Con suerte, las camareras de piso tienen alrededor de quince minutos para limpiar una habitación. "A veces tenemos que estar esos quince minutos recogiendo el suelo", explica la portavoz del colectivo en Gran Canaria. Si bien la mayoría de los turistas son ordenados y cívicos, insiste Marcia, "Normalmente la ropa sucia siempre la tiran al suelo. Yo en mi casa la ropa no la dejo tirada en el suelo, ellos lo hacen porque saben que va a venir una tontorrona, como algunos nos consideran, que la va a recoger del suelo", lamenta Díaz. "Somos las esclavas, somos como las esclavas de los europeos aquí", añade.

Díaz ha tenido que encadenar varias bajas laborales y ha sufrido operaciones en sus manos. Sufre bursitis, codo de tenista y también artrosis. La mayoría de estas enfermedades son consecuencia de su trabajo, o al menos, empeora con su actividad laboral. Lleva veinticinco años trabajando en el sector y conoce perfectamente cómo funciona. Tomar antinflamatorios para ir a trabajar es algo habitual. "Hace tiempo que venimos siendo explotadas. Las camareras de restaurante se les contrata como ayudantes y ejercen como camareras", denuncia Marcia.

Las Kellys denuncian los "contratos de mierda" y el fraude

La portavoz de las Kellys lo tiene claro: el sector turístico hace "contratos de mierda" y además, según su punto de vista, es imposible vivir con un salario de 1.200 euros en Canarias. "Muchos empresarios no cumplen los convenios, nos contratan en fraude de Ley por menos horas de las que finalmente hacemos y además, a las camareras de restaurante se les contrata por menos horas de las que realmente hacen. A nosotras nos contratan como auxiliares de limpieza y no como camareras de piso, que es nuestra categoría profesional. El empresario se ahorra cuatrocientos euros por cada trabajador gracias a estas mierdas de contratos", afirma.

Un discurso, el de las Kellys, que contrasta con el de los sindicatos principales que lideran esta manifestación del Primero de Mayo. Manuel Navarro, de UGT, celebra las conquistas logradas en los últimos años. "En estos últimos años se han creado más de dos millones de puestos de trabajo, ha mejorado el salario mínimo y también la contratación. Es cierto que una situación de crispación política puede dar al traste con todos estos logros que hemos alcanzado", explica el portavoz del sindicato que se sienta en las mesas de negociación con los empresarios.

Los sindicatos, bajo el lema "por el pleno empleo, menos jornada y mejores salarios", han llamado a la movilización y a continuar con el impulso del 20 de abril, cuando más de 60.000 personas salieron a las calles para reivindicar límites al turismo. La pérdida del poder adquisitivo, la falta de vivienda, o el reparto desigual de la riqueza del sector turístico han sido los motores de estas protestas en Canarias. "Tenemos un sueldo de miseria, con 1.200 euros no puedes vivir. En Canarias el alquiler o la hipoteca supone unos 600 euros mínimos, es decir, más de la mitad de nuestro salario", denuncia la portavoz de Las Kellys.