La vivienda, en su laberinto

La famosa frase del ministro de Viviendas de principios de los sesenta: "No queremos una España de proletarios, sino de propietarios", ha dado paso medio siglo después a una 'emergencia habitacional' que afecta no solo a la población más vulnerable, sino también a los hijos de la clase del país.

Es tal el galimatías en el que andamos inmersos que una ya no sabe qué creer. Tardamos demasiado en dotarnos de una Ley de Viviendas que diera cumplimiento al mandato constitucional de facilitar el acceso a un hogar digno, y resulta que, según el sector inmobiliario, ha sido perniciosa. La culpan de incentivar a los propietarios de sacarlas del mercado por miedo al inquilino. También la Vivienda Vacacional responsabilidad a esta ley para eludir su parte de responsabilidad en tensionar determinadas zonas. Las VV, sin embargo, son las culpables para el sector hotelero.

Y así siga y suma.

Todos se señalan o todos, por puro partidismo. Porque no nos confudamos, aquí ni dios defiende el interés general, todos están al suyo propio. Y así no hay manera de encontrar salida alguna a este laberinto.