Pobre espectáculo y derrota de un Tenerife indolente

Santa Cruz de Tenerife

No era un partido especialmente atrayente para el aficionado y se notó en la floja afluencia de público, que no acompañó en número como hasta ahora al equipo en el penúltimo partido de la temporada en casa; un choque en el que Asier Garitano introdujo hasta siete cambios en el once, el más llamativo la presencia de Tomeu Nadal como guardameta. Amo, León, Bodiger o Teto, también fueron titulares en un partido en el que el rival se jugaba muchísimo más con la permanencia en juego en una lucha encarnecida para seguir en Segunda División. Los vascos empezaron intensos pero pronto empezaron a contemporizar intentando hacer larga la contienda y no conceder espacios al CD Tenerife. Un equipo, el blanquiazul, que también arrancó fuerte pero se fue diluyendo y cayendo en la trampa de la poca intensidad por no jugarse nada importante a estas alturas de la temporada. Un tiro a la cruceta del club vizcaíno dio el susto inicial en el minuto tres, y a partir de ahí el cuadro local tuvo varias aproximaciones aunque sin opciones de gol claras. Eran Teto y Luismi los más activos, con Ángel también incordiando como siempre a la defensa del conjunto de Jandro Castro. Fue después del minuto 20 cuando decayó bastante la energía de ambos equipos y el descanso llegó entre bostezos de los seguidores tinerfeñistas.

Desaparecido el CD Tenerife en la segunda parte

Fue nada más comenzar la segunda parte cuando el Amorebieta se iba a adelantar gracias a un penalti por manos de Enric en una disputa aérea en zona de castigo. Cero a uno en el minuto 49. Salió muy desconectado el Tenerife del vestuario y era muy evidente la falta de tensión competitiva frente a la fiereza de la SD Amorebieta. Garitano hizo cambios y salieron del campo Teto y Enric para dar entrada al palmero Cacho y a Roberto López, siendo poco después Javi Alonso el que volviera a tener minutos más de un año después de su último partido el 23 de abril de 2023; una gran noticia para el adejero tras el calvario físico de las lesiones de rodilla graves que ha padecido. Era un calvario de partido para los más de 10.300 espectadores que se animaron a ir al Heliodoro Rodríguez López en una noche fresca de mayo. Un sopor de partido que terminó entre los pitos del público y la indiferencia de un CD Tenerife más apático y frío que nunca.