Dos supervivientes de las bombas nucleares visitan Telde
El municipio tiene una plaza dedicada a Hirosima y Nagasaki
Las Palmas de Gran Canaria
En agosto de 1945 el mundo cambió. La amenaza nuclear dejó de ser una teoría y estados unidos mostró al planeta la destrucción que pueden ocasionar las armas más mortíferas creadas por el hombre y utilizadas contra la población civil en dos ciudades japonesas. Después de aquello la Segunda Guerra Mundial terminaba con la rendición del Imperio Japonés y dejaba abierta una la lucha de las grandes potencias por tener más y más armas atómicas, cada vez con más potencia.
A lo largo de estos casi 79 años los que sobrevivieron a esas dos explosiones han sufrido sus consecuencias. Tanaka Toshiko, quien sufrió quemaduras graves al estar expuesta a la bomba de Hiroshima, ha dedicado toda su vida a transmitir su testimonio a nivel internacional, incluyendo múltiples viajes a Estados Unidos. Por su parte, Ogawa Tadayoshi, sobreviviente del bombardeo de Nagasaki, ha recopilado y documentado testimonios fotográficos de los efectos devastadores de la bomba para educar en valores a futuras generaciones.
Ambos visitaron estos días la ciudad de Telde, y entre los acompañantes de los supervivientes se encontraba Joel Naoki Christoph, un joven investigador en temas nucleares y derecho internacional. Multilingüe y con experiencia en diversas culturas, viaja con los supervivientes promoviendo el entendimiento y el debate sobre las armas nucleares. Huang Rongyuan y Tanaka Terumi también fueron parte de la expedición. Rongyuan nació en China, pero estudió en Japón y ahora vive en EEUU. Ha visitado Hiroshima y Pearl Harbor, dándose cuenta de que hay percepciones y valores diferentes respecto a la guerra, los bombardeos atómicos y la historia. Por su parte, Terumise se graduó en el departamento de Física de la Universidad de Tokio y tiene un doctorado en Ingeniería. También estuvo expuesto a la bomba, a apenas 3,2 kilómetros de donde cayó en Nagasaki.
Una de las paradas más conmovedoras fue en la Plaza de Hiroshima y Nagasaki, en San Juan, donde los visitantes asiáticos pudieron honrar a las más de 200.000 víctimas que perdieron la vida en aquel trágico suceso, que siguió afectando años más tarde como consecuencia de la gran carga de radiación emitida, acompañados por el concejal de turismo y cultura Juan Martel.
Esta no era la primera vez que Toshiko y Tadayoshi se encontraban en Gran Canaria. Ya lo hicieron en la década de los 80, visitando la Isla a bordo del Barco de la Paz, que hizo escala en el Puerto de La Luz tras una travesía de diez días desde Namibia, una iniciativa global que tenía como finalidad promover por todo el mundo un mensaje pacifista y opuesto a las armas nucleares.
En un acto preparado en las Casas Consistoriales, Juan Martel expresó su gratitud por la valentía mostrada y por el camino que siguen en busca de la paz mundial. Además fueron invitados al encuentro más de una veintena de adolescentes de los Boy Scouts de Telde. Allí pudieron conocer a los protagonistas de una de las barbaries más grotescas de la historia contemporánea, quienes compartieron con ellos sus experiencias y un mensaje a favor de la paz, recordando los horrores de la guerra y abogando por un mundo libre de armas nucleares.