Expira la condena por maltrato al policía de Agaete sin haber sido sancionado, sigue armado y ejerciendo

Canarias

El jefe accidental de la policía local del municipio de Agaete (Gran Canaria) condenado por violencia machista sigue ejerciendo. Aunque el consistorio le suspendió cautelarmente de jefe y abrió un expediente informativo, todavía no le ha sancionado formalmente, como está previsto en la Ley de Coordinación de Policías Locales. El agente persiguió, vigiló, intimidó e "infundió terror" a una mujer con quien mantenía una relación análoga a la conyugal. Él mismo reconoció los hechos, y lleva dos años cumpliendo condena por ello. La condena expiró a finales de la semana pasada, pero el ayuntamiento de Agaete todavía no le ha impuesto la sanción muy grave que exige la Ley para condenas en firme por delitos dolosos como el suyo

El agente está condenado en firme por un tipo de violencia machista que es el acoso. El consistorio alega que nadie lo sabía, sin embargo, el agente ejercía su labor con la pulsera de VioGén que garantiza el cumplimiento de la orden de alejamiento a la que fue condenado. El alcalde de la localidad, un policía nacional del cuerpo de antidisturbios en excedencia, le nombró jefe accidental a pesar de estar condenado en firme. Tras la publicación del caso en la Cadena SER, dio marcha atrás y le suspendió cautelarmente. Sin embargo, no abrió un expediente sancionador, sino uno informativo que permanece abierto sin que hasta el momento se haya materializado sanción alguna.

La orden de alejamiento ya no está en vigor

El agente condenado por violencia machista ya puede acercarse de nuevo a su víctima, tras haber transcurrido los dos años de condena. Sigue ejerciendo, con armas a su disposición, sin que haya sido sancionado. "Se ha iniciado el expediente informativo que lleva un procedimiento administrativo que se está ejecutando, ya que habrá que recabar datos oficiales de la propia sentencia que no consta en el Ayuntamiento", explican fuentes municipales a la SER, que añaden, "cuando haya algo que comunicar, se comunicará".

Mientras tanto, si hoy mismo una víctima de violencia machista llama a la policía local de Agaete, es el policía que lleva dos años condenado por violencia machista quien atienda a la víctima. La falta de agentes de policía local en Agaete es alarmante, no en vano, el resto de agente están de baja. Además, mientras el consistorio no le imponga una sanción muy grave por su condena en firme, el agente podrá incluso a optar al puesto de Oficial convocado por el alcalde a través de unas bases en las que no aparece como un impedimento los antecedentes penales.

Debería ser sancionado "de inmediato"

La magistrada Carla Vallejo recordó que el ayuntamiento tiene la obligación de incoar un expediente disciplinario, sin embargo, no hicieron esto, sino incoar un expediente informativo y solicitar la sentencia al juzgado, según ellos, para que conste de forma oficial en el ayuntamiento. "Debe incoar un expediente disciplinario. En este caso, la prueba es bastante sencilla. Si hay una condena por delito doloso, se entiende cometida una sanción muy grave y se puede optar por las distintas sanciones que hay", explica la magistrada.

La Ley de coordinación de policías locales data de los años noventa, y mandata la imposición de una sanción muy grave a aquellos policías que hayan sido condenados en firme por un delito doloso. "Esto se prevé precisamente para prevenir la situación absurda y de gran alarma social que se puede generar cuando una persona condenada por un delito doloso es, además, la encargada de prevenir la comisión de delitos", explica Carla Vallejo. Esta es precisamente la situación que de momento se sigue dando en el municipio de Agaete.

Los detalles de la sentencia que le condenó

El jefe de la Policía Local de Agaete fue condenado hace menos de dos años por 'infundir terror' a una mujer a la que persiguió, vigiló en la puerta de su domicilio e incluso amedrentó entrando en él. Según los detalles de la sentencia, a la que ha tenido acceso la Cadena SER, se consideran hechos probados que "el encausado, con el propósito de mantener contacto con la víctima y en contra de la voluntad de ésta, buscó su cercanía poniéndose en contacto con ella de forma reiterada, llamándola a su trabajo, personándose delante del portal de la vivienda para vigilarla, además de seguirla", dice literalmente

El agente, que se conformó con la sentencia, llegó a presentarse en las instalaciones que frecuentaban los hijos de la víctima, menores de edad, como parte de la forma de acoso que ejercía. "Llegó a entrar en el domicilio de la víctima, comportamiento con el que el encausado ha infundido terror a la víctima, alterando gravemente el normal desarrollo de su vida diaria, hasta que finalmente decidió denunciar y pedir una orden de alejamiento en las dependencias policiales", explica la sentencia. Esto ocurrió el día en que el agente la vio con otro hombre en el interior del coche y le dijo: "hace poco estabas conmigo, ahora otro ocupa mi sitio".