Opinión

Paradoja en alta mar

COMENTARIO CASTAÑEDA 21 JUNIO

El recinto portuario de Santa Cruz de Tenerife es triste paradoja y metáfora del fenómeno migratorio que no cesa en la mortal denominada ruta canaria.

El puerto capitalino acoge a un crucero turístico que rescató a unos 800 kilómetros al Sur de Tenerife a un cayuco con 68 supervivientes y seis personas fallecidas.

En una embarcación de lujo, han encontrado un billete de solidaridad, unas personas que huyen del hambre, de la miseria y en algunos casos de las garras de la guerra.

Vida y muerte se han divisado desde las bandas de un crucero nacido para el ocio y divertimento de un pasaje, que se ha tropezado con la crudeza, incluida la mortal, de un espectáculo de sello diario, pero que solo unos pocos ojos, a excepción hecha de los pertenecientes a los que día tras día se juegan la piel en las tareas de rescate, han podido presenciar en su absoluta descarnada realidad.

Resulta evidente, que la incesante marea migratoria procedente de las costas africanas, sigue ofreciendo situaciones inusuales y hasta paradójicas. Y mientras ello sucede, vamos camino de cerrar otra semana sin hallar solución a la delicada y controvertida cuestión de la derivación a otras Comunidades Autónomas de los menores no acompañados.

Se afirma, que esta vez sí, que será la próxima semana cuando este asunto de extremo calado humanitario hallará su definitiva solución.

Por el camino quedan la demanda de socorro de una Canarias desbordada para atender a estos niños y adolecentes, el papel impropio del PSOE más metido en la estrategia de desgastar al PP que en esta crisis humanitaria, y a los Populares dando bandazos para contentar a todos los suyos y no disgustar tampoco a sus socios de la ultraderecha.

Vista la torticera estrategia socialista, bien podría el Partido Popular recuperar el tino opositor por un rato y lanzarle a la cara a los socialistas el respaldo parlamentario a la modificación de La Ley de Extranjería, lo que sería una vuelta a la cordura de una oposición que no está obligada a hacerlo por culpa de las artimañas del PSOE en este asunto.

Ante la irresponsabilidad de su directo rival político, resulta más que necesario, que el Partido Popular establezca ya las condiciones definitivas que exige para cerrar este interminable capítulo de la derivación de los menores no acompañados a otras Comunidades Autónomas, pero para hacer eso los populares deben contar con una grandeza política de la que carece su rival y de la que tampoco los de Feijóo parecen poseer.

No estaría demás, que los representantes de la soberanía popular subieran abordo del crucero donde viaja una gran paradoja de la vida: la de la vida y de la muerte mezcladas en el mismo pasaje.