La gestión del agua, ¿otra vez municipal?

Quien crea que el agua no será un problema a futuro, porque hay más mar que tierra en el planeta, debería fijarse en lo que está pasando en un municipio como Haría, por eso de que la lucha contra el cambio climático es global pero las soluciones locales.

Y es que el alcalde de este municipio conejero ha amenazado con salirse del Consorcio Insular Agua por la incapacidad de este organismo de tomar medidas contundentes con la empresa concesionaria, pese a los cortes diarios que sufren sus vecinos. Sostiene que las competencias son municipales, pese a que se consorciaron hace tiempo, y ha estimado incluso el coste de producir, distribuir y almacenar agua por el propio Ayuntamiento: entre 20 y 30 millones.

Es una especie de sálvese quién pueda anticipado, que pone en evidencia que la gestión del agua sigue lastrada en Canarias por problemas graves que no se terminan de resolver. Agravados por una falta de transparencia que llama poderosamente la atención.

Cada isla es, hidrícamente hablando, un mundo; pero quizá el paso del alcalde de Haría apunte a un futuro que pone en cuestión la deslocalización de determinados servicios públicos.