La ermita de Las Nieves preparada para recibir a la Rama de Agaete
Se ha restaurado el templo recuperando elementos perdidos de su fachada
Ermita de Las Nieves, Agaete
Restauración de la ermita de Las Nieves en Agaete
Las Palmas de Gran Canaria
A poco menos de un mes para la fiesta más popular y multitudinaria de agosto en Gran Canaria, La Rama de Agaete, uno de sus puntos más destacados, ya luce en todo su esplendor tras las obras de rehabilitación. El Cabildo de Gran Canaria ha invertido en los dos últimos años cerca de un millón de euros en el patrimonio arqueológico y arquitectónico de Agaete, y la actuación llevada a cabo en la ermita de Nuestra Señora de las Nieves era una iniciativa que la Corporación insular tenía pendiente, puesto que la edificación presentaba bastantes deterioros.
El arquitecto Elías Cabera destacó que se trata de una construcción del siglo XVI que, a lo largo de los años, ha sido objeto de distintas vicisitudes, entre otras un incendio, que han hecho que se hayan ido superponiendo distintos estilos arquitectónicos en su estructura. “En los años 80, se realizó una actuación que cambió la imagen que tuvo esta ermita durante los últimos siglos”, recordó, “y eso hizo que interviniéramos desde Patrimonio Histórico del Cabildo de Gran Canaria para devolverle la imagen que conocen las generaciones anteriores, los hombres y las mujeres de Agaete y de toda Gran Canaria”, proclamó.
A este respecto, incidió en que “se había eliminado la fachada que construyeron los carpinteros de Rivera de la zona aprovechando la madera local y, por eso, con nuestra intervención se ha recuperado aquella fachada, con las dos torres, incorporando la madera y protegiéndola para que pueda durar muchísimo tiempo y devolverle así la imagen a una ermita que está aquí desde la llegada de los primeros españoles y que ha sido testigo de la evolución de la historia de Agaete y del noroeste de Gran Canaria, de sus tradiciones más centrales”, declaró, para terminar añadiendo que, además, alberga el ‘Tríptico flamenco’ donado por Antón Cerezo, cuyo original se conserva en la cámara habilitada al efecto en la Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción, en la Villa de Agaete, que también ha sido sometida a obras necesarias de mantenimiento por parte de la Corporación insular.
El director insular de Patrimonio Histórico, Juan Sebastián López , destacó que esta ermita es un buen ejemplo de los procesos constructivos de la arquitectura religiosa en Canarias en general y en Gran Canaria, en particular. “Curiosamente, fue el primer edificio religioso que, en 1972, se declaró Bien de Interés Cultural y la celebración de su 50 aniversario fue lo que motivó que se encargara un proyecto de restitución de los elementos de madera que perdió su fachada a principio de los años 80 del siglo pasado”, señaló.
Más en detalle, el director insular de Patrimonio Histórico explicó que la construcción, en su estado actual, es el reflejo de distintos momentos históricos. “Los elementos más antiguos pertenecen al gótico y están en la cabecera y en la capilla mayor; tiene elementos de madera de tradición mudéjar, en la armadura ochavada, que se encuentra también en la capilla mayor, donde están el arco ojival y el arco conopial, y en el desarrollo de la nave, con lo que fue la cubierta tradicional de par y nudillo con tirantes de viga, doble característica de los siglos XVII y XVIII”, describió. “Y ya en el siglo XIX fue la ampliación hacia los pies, que culminó con la fachada que ya se ha recuperado y en la que está presente el lenguaje neoclásico”.
Hizo hincapié, además, en que el resultado final de esta intervención “es el resultado de un proceso constructivo de varios siglos, que tuvo momentos también de declive y momentos de gloria, y por eso cada lenguaje artístico, cada momento, dejaron su impronta, y ahora está en su mejor momento”, concluyó.