El Gobierno de Canarias cierra el "nauseabundo" centro de Casa del Mar en Lanzarote
Las instalaciones tenían orden de cierre por parte de la Fiscalía hace semanas por sus malas condiciones
Francis Candil confirma el cierre de Casa del Mar en Lanzarote
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Santa Cruz de Tenerife
Sin sábanas, con cucarachas y baños sin limpieza. Estas eran las insanas condiciones en las que vivían los menores migrantes en el centro lanzaroteño que ha cerrado semanas después de recibir la orden desde la Fiscalía. Tal y como asegura el Viceconsejero de Bienestar Social, Francis Candil, los menores se han ido trasladando a otros centros. "Otros que han cumplido la mayoría de edad han decidido voluntariamente abandonar los recursos para menores y seguir su proyecto migratorio", explica Candil.
Todo esto mientras el viceconsejero añade que han habilitado carpas en el Puerto de los Mármoles, en Arrecife a la espera de ver como evoluciona el fenómeno migratorio en el archipiélago y con la intención de acoger a menores migrantes en ese espacio. Este movimiento lo ha hecho el Gobierno de Canarias a pesar de que la fiscal de menores en Canarias no lo considera adecuado.
Baños inundados y cables pelados
La denuncia la interpusieron varias letradas hace unos meses contaba con testimonios, audios, escritos, imágenes que prueban el mal estado de las instalaciones. Entre ellas contaba con cocinas plagadas de insectos como cucarachas u hormigas y baños llenos de aguas fecales. Además en la misma denuncia las abogadas aseguran que habían niños que no estaban escolarizados y los que si lo estaban no se les controlaba si acudían o no a los colegios. Una situación que derivó en una visita por la Fiscalía al centro pero que según las denunciantes el centro trató de ocultar mucha información.
Una de las letradas implicadas en el dossier que acompaña la denuncia es Louela Mint que aclara que la denuncia nace de los trabajadores "que están desesperados y asustados". Además de por las condiciones, por la falta de seguridad en el centro que aseguran, "las puertas se pueden abrir con llaves, pero se suelen abrir a golpes". Así lo demuestran algunas de las imágenes a las que ha tenido acceso la Cadena SER en las que se ven persianas totalmente destrozadas.
Otra letrada denunciante es Irma Ferrer que relatan en el dossier como los botiquines están abiertos y los menores pueden acceder libremente a los medicamentos que están en su interior que a menudo los consumen como drogas y mezclándolos con bebidas energéticas para evadirse de su situación vital.