La emergencia habitacional modifica el formato 'piso compartido': ya no solo es cosa de estudiantes

Santa Cruz de Tenerife

400 euros mensuales para compartir piso sin ser estudiante. Esto es lo que se repite con más frecuencia en las ciudades canarias que además ha modificado el mercado centrándose en un 23% de oferta para trabajadores y solo un 8% para estudiantes. Una situación que ha hecho que aumente el precio un 3% en toda España y la media de edad de los inquilinos en 30 años, según un estudio elaborado por la plataforma Idealista. Desde las inmobiliarias plantean ampliar el parque inmobiliario de las islas, y piden a las autoridades la construcción de más viviendas públicas para abastecer la demanda.

Los datos

En un total de 4 capitales el precio está establecido en 400 euros mensuales, entre esas ciudades se encuentra Santa Cruz de Tenerife igual que Pamplona, Málaga y Bilbao. Dependiendo de las condiciones de los inquilinos, los fumadores solo son admitidos en el 16% de las viviendas y las mascotas en el 4% y la mayoría de inquilinos (el 69%) le es indiferente compartir con estudiantes o personas trabajadoras.

Estos datos se ha convertido en un problema para tanto trabajadores obligados a compartir como para los estudiantes que se desplazan de otras islas para estudiar y no encuentran vivienda. Ciro Machado, portavoz de DON PISO advierte que "los estudiantes de las islas menores a las capitalinas tienen un problema tremendo, se ven madres desesperadas buscando pisos para compartir".

Las zonas turísticas

Pero no solo en las ciudades canarias existe este problema, también en las zonas turísticas los trabajadores de los hoteles se enfrentan a pagar alquiler desorbitados que inicialmente están destinados al turismo. "En las Américas, en el sur de Tenerife, empleados no pueden permitirse pagar los precios que hay y por tanto hay que buscar alternativas, las que sean" sentencia el portavoz advirtiendo que esta situación ha llegado hace unos años y se mantendrá.

La petición por parte del sector es que "las administraciones se pongan las pilas y liberen al sector privado, suelo y ayuden", explica mientras señala que "el gran motor tiene que ser la vivienda de protección oficial, ya sea para venta o para alquiler con unos precios asequibles que hagan que empiece a equilibrar oferta con demanda".