El CD Tenerife no levanta cabeza y vuelve a perder en el Heliodoro

Santa Cruz de Tenerife

Con un ambiente revuelto en lo institucional y con dudas en el plano deportivo tras sumar solo un punto en tres jornadas llegaba a este partido el CD Tenerife, en el que además tenía delante a un rival con artillería pesada como el Racing de Santander. Todavía sin Aitor Sanz disponible, pero con el regreso de Sergio a la lista y la recuperación de Juande Rivas tras su aparatosa lesión en Cádiz, la cita empujaba al conjunto de Óscar cano a sumar los tres primeros puntos de la temporada para alejar situaciones complicadas en la clasificación a las primeras de cambio. Para empezar la gran novedad fue en la portería, con la primera titularidad para Salvi Carrasco. Cano le daba la titularidad al portero malagueño en detrimento de un Tomeu Nadal que en la cuarta jornada volvía al lugar donde habitó mayormente la pasada temporada, el banquillo. Al margen de esa llamativa decisión, volvió Sergio a la medular y Juande con Rubén Alves fueron los centrales. Tras un inicio frío, los blanquiazules fueron mejorando y en el minuto 13 alcanzó el gol, pero fue anulado tras intervención del VAR por fuera de juego de Mellot en el origen de una arrancada que acabó con Maikel Mesa anotando aunque sin validez. Era un Tenerife vertical, especialmente por bandas con Waldo Rubio muy activo. Sin dejarse agobiar, los cántabros no pasaban por muchos apuros y cuando llegaban a posiciones más avanzadas no percutían tampoco con daño el área blanquiazul. El partido, por tanto, fue decayendo hasta llegar al tiempo de descanso sin ocasiones ni méritos por parte de ninguno.

De cara a la segunda parte tenía el entrenador del Tenerife que nivelar tácticamente los desajustes ofrecidos por su equipo y ordenar más cada posesión. Pero poco cambió y se siguió viendo un Tenerife con intención pero sin cabeza. No había circulación en la zona avanzada y salvo chispazos de Luismi o esporádicamente de Waldo el Racing de Santander no pasaba apuros. Y llegó el 0-1 justo después de los primeros cambios en los locales. Aparecieron Cantero y Enric y a renglón seguido Arana se plantó solo delante de Salvi y clavó el gol. Era el minuto 65 y, aunque con tiempo por delante, las dudas y el temor se acrecentaban en en el equipo y en la grada. Tocado, pero con minutaje por delante, el míster granadino optó por volver a meter un par de jugadores de refresco, siendo Teto y José León los llamados a darle algo más de lo que se estaba viendo. Alocadamente se iba hacia el ataque el Tenerife con poco fútbol pero dejándose el pellejo. A la desesperada, Óscar Cano acabó agotando los cambios con el debut de Yanis para meter más metralla en el arreón final a lo que se unió la expulsión por doble tarjeta del racinguista Saúl García, lo que iba a alentar a los tinerfeñistas para intentarlo por todos los medios. Sin embargo, no fue posible y llegó la tercera derrota en cuatro jornadas y la decepción y el enfado se adueñaron de los más de 15.000 espectadores que asistieron el Heliodoro entre gritos de ¡Tenerife sí, directiva no!