Sobre las posibilidades de un acuerdo en emigración
COMENTARIO CASTAÑEDA 4 OCTUBRE
Después del acuerdo sobre emigración con el PP, que sentó en Moncloa como una patada en los cataplines, y tras una semana de intervenciones en los cenáculos de la Corte y en los periódicos mesetarios, poniendo al Gobierno de Pedro Sánchez de chupa dómine, Fernando Clavijo ha metido el freno para manifestar que se siente optimista ante las posibilidades de llegar a un acuerdo la próxima semana que implique al PP y al PSOE.
Es la percepción de desentumecimiento en el Gobierno lo que ha desatado el proverbial optimismo de Clavijo y silenciado sus recientes comentarios sobre la intención del Gobierno de convertir a Canarias en Lesbos y similares declaraciones. El propio Clavijo ha dicho que la relación se había vuelto tensa, porque “había que remover el agua” y activar las opciones de un acuerdo. Ahora cree que la situación puede resolverse, incluso por la vía del decreto ley si el PP –tras llegar a un acuerdo económico- asume el compromiso de convalidar el decreto en las Cortes. Clavijo cree que no es sólo probable, sino muy posible que eso sea lo que ocurra en las próximas semanas.
Sin sorpresas, cuando Clavijo adopta un tono más conciliador con Moncloa, Manuel Domínguez sale a poner reparos. Ayer, en un desayuno informativo organizado por Europa Press en Madrid, remedó a Clavijo asegurando sentirse “poco optimista” sobre que pueda alcanzarse un acuerdo en pocos días, como cree Clavijo. Y no lo dice sólo él. Lo dice también la dos del PP, Cuca Gamarra, y lo insinúa el negociador responsable de desatascar la situación, Miguel Tellado. Señalan –han descubierto la pólvora- que el PSOE juega a enfrentar al Gobierno de Canarias, y que no tienen la menor intención de llegar a acuerdos, que el acuerdo que hay que hacer cumplir a Sánchez es el que firmaron Feijóo y Clavijo.
Yo creo que el optimista Clavijo y el pesimista Domínguez tensan la cuerda con distintos estilos. Pero sospecho que en realidad tiran en la misma dirección.