La fábrica de nacionalistas de PP y PSOE

Si de algo ha carecido históricamente Canarias es de políticos de los partidos nacionales que sepan defender a un tiempo su tierra y las directrices políticas de su líder de turno. Hasta el mísmisimo Jerónimo Saavedra, con todo su carismo y reconocimiento, fue incapaz de convencer a los suyos de que Canarias era económicamente singular, y perdió por ello la Presidencia. Llevando al PSOE a un larga travesía del desierto en las Islas.

Tampoco Ángel Víctor Torres o Manuel Domínguez están sabiendo defender las intereses canarios en la gestión migratoria ante sus partidos, el PSOE y el PP. Y andan, como pollos sin cabeza, tratando de quedar bien aquí y allá, sin lograrlo en ninguno de los dos casos.

La realidad es que un barón que no defiende primero los intereses territoriales, difícilmente va a conseguir el respeto de los propios. Por la sencilla razón de que su fuerza la da la lealtad al líder, sino su peso electoral. Y un jefe autonómico débil concilia menos apoyos que uno que se mantiene firme. Si no, que le pregunten a Lambán o a Ayuso.

Lo que están haciendo socialistas y populares con la gestión migratoria es, simple y llanamente, fabricando nacionalistas en Canarias. Y luego dirán que no entienden por qué.