Sociedad

Avisan de que la luna nueva de este Halloween puede tener una grave consecuencia

Los especialistas entienden que debe corregirse cuanto antes para la supervivencia de la especie

Las pardelas son especialmente sensibles a las luces artificiales de las costas en Canarias / Maria_Ermolova

Las Palmas de Gran Canaria

La luna nueva prevista para el próximo uno de noviembre, Día de Todos los Santos, puede ser enormemente perjudicial para los pollos de pardela cenicienta y elevar el riesgo de encandilamiento con las luminarias led que contaminan gran parte de la costa de Gran Canaria. En concreto, esta especie de ave marina protegida suele caer al suelo deslumbrados entre el 23 de octubre y el 10 de noviembre, al desorientarse por las luces artificales cuando abandonan sus uras (nidos). Así lo han advertido este miércoles el consejero de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria, Raúl García Brink, y el director del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Tafira, Pascual Calabuig, al presentar una nueva campaña para su protección.

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Calabuig ha informado de que en Gran Canaria unas 5.000 parejas producen al año 5.000 pollos de los que se suelen accidentar por este motivo unos 2.000, por lo que el Cabildo reitera a los ayuntamientos de municipios costeros la necesidad de atenuar al máximo estos días la intensidad de las luminarias públicas, casi todas led, y tratar de cambiarlas por luces amarillas, que supone un menor peligro para esta especie emblemática de la fauna insular.

"Cada vez hay más luces", advierte el director del centro de recuperación de fauna silvestre de Gran Canaria

Este acontecimiento que se produce cuando los ejemplares adultos abandonan a sus crías -ponen un huevo al año- para emprender su viaje hacia Namibia "apoyados en el viento, ya que no aletean", del que "regresan por amor" para aparearse en Gran Canaria entre abril y mayo. Para afrontarlo, se ha reforzado el operativo insular que vela por el futuro de estas aves marinas.

Una segunda oportunidad

Para tratar de dar "una segunda oportunidad" al mayor número de pollos de pardela que se accidenten en esta época del año - el 95 % de los rescates son efectivos- el Cabildo grancanario reforzará el dispositivo con ocho operarios destacados durante todo el año en el interior de la isla, que se coordinarán desde el Cecopin y a quienes apoyarán expertos en rescates en altura y en el mar de la empresa Tagorock Mundo Vertical. El capataz que coordinará estos trabajos, Eduardo Salcedo, ha explicado que, además, tres vehículos cubrirán las cuatro zonas en las que se divide la isla para ejecutar esta campaña, en la que también colaboran la asociación Amigos de las Pardelas.

Con el fin de concienciar a la población de que el futuro de esta especie "pasa por nuestra responsabilidad", esta campaña también difundirá carteles informativos en las zonas más afectadas y difundirá contenidos educativos en redes sociales, además de un vídeo en el que explica cómo se ha de proceder cuando se encuentre un pollo accidentado: taparlo con una prenda y meterlo en una caja de cartón para entregarlo así en cuarteles de la Guardia Civil o comisarías de la Policía Local o llamar al 112 para que acudan a recogerlo.

Las pardelas crecen en la oscuridad, en el fondo de cuevas, y los pollos salen estos días a aletear, buscando el resplandor que las olas generan en la orilla, pero lo que encuentran es luz artificial que los encandilan y desorientan, haciendo que caigan al suelo, desde donde no pueden emprender el vuelo.

Las campañas para su protección que se desarrollan en Gran Canaria desde 1989 han permitido salvar más de 30.000 pollos, ha precisado Calabuig, quien ha resaltado que la gran colonia de la isla habita en Veneguera y "se sabe lo que hacen" en esta época, emprender ruta hacia Argentina, Brasil y Cabo Buena Esperanza", al sur de África, porque un grupo de Barcelona ha puesto geolocalizadores a los ejemplares adultos.