Triunfo del CD Tenerife y ola de solidaridad con Valencia
Casi 15.000 espectadores asisten a la segunda victoria liguera del equipo de Pepe Mel, Rubén Alves marcó en la primera parte el único gol del partido.
Santa Cruz de Tenerife
Un partido que no se tenía que haber disputado dada la magnitud de la tragedia en Valencia y con la práctica totalidad del fútbol español proclamando que se debía haber parado la jornada. Con un sobrecogedor minuto de silencio, el partido se inició bajo la premisa de la -nuevamente- urgente necesidad de victoria por parte de los locales. Cosa que, afortunadamente sucedió. Con el mismo once que en Ferrol y con tres centrales ya como dibujo habitual, esta vez las bajas eran dos de los futbolistas que acabaron mal parados en A Malata: Ángel y Marlos, aunque a favor de Mel recuperó a Teto y Maikel Mesa, ambos en el banquillo. El Mirandés asustó en los primeros minutos, siendo valiente y aprovechándose del desconcierto de un Tenerife desubicado. Poco a poco fue estirándose el cuadro blanquiazul, intentando buscar la asociación arriba entre Diarra, Luismi y Enric Gallego.
Con todo, el CD Tenerife se iba a poner por delante en el minuto 29 tras un centro excelente de Luismi Cruz que Diarra colocó en el área pequeña para que empujara Rubén Alves y marcara el 1-0 que empezó a tranquilizar los ánimos y dar un impulso al equipo y a la grada. Fue creciendo el combinado tinerfeñista, con un gran Aarón Martín, dando pausa cuando había que darla y acelerando en los momentos adecuados. Sin embargo, había que dar más continuidad al juego para evitar algunas lagunas que el conjunto burgalés pudiese aprovechar. Con mejores sensaciones se fue el Tenerife al vestuario pese a la distancia corta en el marcador, pero siendo consciente de que el partido tenía que matarlo en la segunda mitad.
Carrusel Deportivo Tenerife (03/11/2024)
No podía dejar escapar el triunfo
Era la consigna para los segundos 45 minutos. Resistir y si se ponía a tiro, marcar algún gol más para amarrar los tres puntos, aunque el equipo de Anduva iba a empezar achuchando la portería de Salvi Carrasco nada más volver del vestuario. Transitando por el minuto 60 la sensación de que el partido no estaba cerrado sobrevolaba el estadio, porque además el equipo de Pepe Mel apenas atacaba y pasaba por un momento de nula presencia en el área de Andrés Fernández. Era el momento de refrescar piezas y de que desde el banquillo se diera oxígeno. Yanis y Teto entraron para que descansaran Enric y Aarón Martín. Los minutos pasaban y los nervios crecían, no porque el Mirandés generase problemas, sino mas bien por la estrechez del marcador. Para los minutos finales iba a marcharse acalambrado Rubén Alves, para que debutara en Liga Adri Pérez, que ya lo había hecho en la Copa días atrás. Finalmente el resultado no varió y cayó la segunda victoria de la temporada para un equipo que respira algo más con los diez puntos que suma después de trece jornadas.