Actualidad convulsa
Juan Carlos Castañeda, comentario del 5 de noviembre.
Santa Cruz de Tenerife
Las luces largas de la información nos recuerdan que los Estados Unidos de América están eligiendo presidente o presidenta bajo el miedo a la posible aparición de una cadena de actos violentos. El populismo suma y sigue. En nuestro país, monseñor Feijóo envuelve su actitud destructiva del fin de semana y ahora tiende media mano al gobierno de Pedro Sánchez, que sigue siendo acusado de cobarde por no quedarse quieto hasta que le cogieran la cara bien cogida y haberse sometido a la condición de víctima propiciatoria de una ira que ha quedado demostrada en las ondas de la Cadena SER, fue accionada hábilmente por miembros activos de la extrema derecha.
Y mientras los reyes son buenos y Sánchez es malo, Feijóo le pide a la Moncloa que asuma el mando y aparte del mismo a su presidente en la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, que es del Partido Popular. Un presidente autonómico que intentó pintarle la cara a los militares de la UME y a la Confederación Hidrológica del Júcar, que lo han dejado en paños menores con unos desmentidos irrefutables. En la distancia corta, los presupuestos de nuestra comunidad para 2025 se pasean por el Parlamento Canario, y el propio gobierno autonómico establece en los mismos un freno en el empleo en nuestra tierra para el próximo año.
Y es que se sabe que en economía hay que poner la venda antes que la herida, y en otros casos procede detener la hemorragia, de ahí que los enfermeros del HUC protesten hoy por la gestión que marca la atención en las urgencias del Hospital Universitario. Y el Cristo de la Laguna que sus labios no movió, es testigo de cómo Teresa Laborda gana en el Tribunal Constitucional el derecho de las mujeres a acceder a la esclavitud del Santísimo Cristo. Un milagro contra el machismo añejo que se viene obrando desde el año 2008.
Ora, pronobis.