Opinión

Sobre la violencia

El enfoque de Francisco Pomares

Santa Cruz de Tenerife

La gota fría que asoló Valencia se ha convertido en el último relato a ganar, es el nuevo terreno para la pelea cultural de la izquierda y la derecha. Las mentiras de los influencers de la ultraderecha construyen discursos idiotas que miles de personas se creen a pies juntillas: que la destrucción de las presas provocó la riada, que el uso de tecnologías secretas por Marruecos desató la gota fría, que la Cruz Roja no acudió a Valencia, que el Marlaska oculta los muertos de la tragedia en camiones frigoríficos...

Todo eso, mientras el Gobierno del Estado y el de la región andan enfrascados en su estéril pulso para demostrar que el otro lo hizo mucho peor. No es aún momento de ese pulso, sólo demuestra lo absurdo que está la política española, empeñada en dirimir responsabilidades ya, cuando lo prioritario es vencer al caos, reordenarlo, salir de él, atender a la gente, evitar la emergencia sanitaria, restablecer las comunicaciones y comenzar a restaurar lo arrasado.

Pero este país está enfermo: con los muertos aún sin identificar, se convocan manifestaciones que desembocan en violencia y cargas de la policía. Mientras en otras regiones se desconvocan huelgas en solidaridad con las víctimas, manifestaciones inútiles frente a la Generalitat de Valencia nos devuelven a la miseria partidista de siempre.