China toma Canarias
LA MIRADA 14 NOVIEMBRE
Vivimos en una sociedad francamente extraña, en la que la ciudadanía vive en un nivel y la clase política en otra. Pero incluso dentro del ámbito público, hay clases y clases.
Viene esto a cuento de la visita relámpago del presidente chino a Gran Canaria, con un despliegue de seguridad y ocupación de espacios absolutamente desproporcionados. Que somos poquita cosa en el mapa nadie lo discute, sobre todo si nos medimos con la inmensa China. Pero que en pleno siglo XXI haga escala el presidente de un país con el mismo servilismo institucional que el último emperador chino es, simplemente, alucinante.
Xi Jinping se ha blindado en el principal hotel de la isla, rediseñándolo a su antojo. Su paso por nuestras infraestructuras provocará probablemente inconvenientes para quien tenga la mala suerte de circular a la misma hora que el mandatario.
Vale que un jefe de Estado precisa de medidas de seguridad, pero con esta imágenes una tiene la sensación de que evolucionamos políticamente todavía más despacio que biológicamente.