"Cuando quieras nos vemos fuera y nos damos piñas tu y yo, que eres un maricón"
Es una de las frases que se advierte en el vídeo que se ha movido por las redes sociales durante una pelea en un partido de categoría juvenil en Gran Canaria
Las Palmas de Gran Canaria
La violencia sigue con su acción contaminante en el mundo del deporte. Rara es la ocasión, en la que no se registra algún tipo de agresión verbal en los diferentes partidos que se celebran en las distintas categorías de nuestro fútbol. En ocasiones, ese límite, ya de por si absolutamente reprochable, se ve desbordado y se llega a las agresiones físicas. En SER Deportivos hemos contado algunas situaciones lamentables, que han sido significativas en las últimas semanas. La más llamativa, fue la que aconteció en el partido de categoría juvenil en el encuentro que disputaron el Costa Ayala con el Huracán B, que acabó a puñetazos después de siete expulsiones. En ese encuentro, tuvo que intervenir, según contaron los compañeros de Atlántico Hoy, la Policía Local para sofocar los encendidos ánimos que se habían trasladado a la grada. Finalmente, también hubo una intervención por parte de efectivos de la Policía Nacional, que actuaron como refuerzo ante la magnitud de los acontecimientos.
En el video se aprecia como la zona de vestuarios del campo del Costa Ayala fue el escenario de las tensiones surgidas entre deportistas y afición, con insultos, empujones, intentos de agresión, que provocaron una situación incontrolada. En contraste con estas señales de violencia, también se ve como algunos representes de los clubes afectados, intenta calmar él clima de tensión, obligando a los suyos a retirarse del lugar.
"Cuando quieras nos vemos fuera y nos damos piñas tu y yo. Nos vemos fuera que eres un maricón". De esta manera se mostraba con actitud desafiante, tal y como recoge el sonido del video, uno de los exaltados que asistió a ese partido de categoría juvenil, mientras uno de los integrantes del Huracán ordenada la retirada de sus jugadores del campo.
Una muestra más de que todavía, nos queda un camino muy largo que recorrer para poder eliminar en la medida de lo posible, estos episodios violentos que afectan a nuestro fútbol base. Unas categorías que son de formación para los menores y que son objeto de este derramamiento de actitudes salvajes sobre los terrenos de juego.
Los casos de violencia tan generalizados en el deporte base, se están convirtiendo en un problema de seguridad pública al que hay poner solución. No queda otra vía que seguir trabajando y poner más medios por parte de los clubes, federaciones y la propia Administración.
