Máxima seguridad para la histórica Bajada de la Virgen de Los Dolores
La Junta de Seguridad contó con la presencia del obispo auxiliar de la Diócesis de Canarias, Cristóbal Déniz
Arrecife
Este lunes, el Cabildo de Lanzarote celebró una junta de seguridad para coordinar los preparativos de la histórica Bajada de la Virgen de los Dolores, que se realizará el próximo 30 de noviembre.
El encuentro contó con la participación de representantes del Cabildo, el Consorcio de Seguridad y Emergencias, los ayuntamientos implicados y los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, junto con el Obispo Auxiliar de la Diócesis de Canarias, Cristóbal Déniz.
El presidente del Cabildo, Oswaldo Betancort, destacó la importancia de garantizar la seguridad y el éxito de un evento que movilizará a miles de fieles y visitantes: “Estamos ante un acontecimiento único en la historia reciente de Lanzarote. Nuestra prioridad es que todos los participantes puedan disfrutar de esta experiencia espiritual y cultural de manera segura, en un marco de colaboración entre todas las instituciones”.
Por su parte, el vicepresidente y responsable de Carreteras, Jacobo Medina, explicó las medidas logísticas y de tráfico que se implementarán: “Estamos trabajando intensamente para que el recorrido de la Virgen, que incluye más de 18 kilómetros, esté en condiciones óptimas. Hemos coordinado la adecuación de vías y puntos estratégicos para que la peregrinación se desarrolle sin contratiempos.”
El presidente del Consorcio de Seguridad y Emergencias, Francisco J. Aparicio, subrayó la magnitud del despliegue operativo: “Contaremos con efectivos de bomberos, Protección Civil y otros cuerpos especializados que estarán presentes durante todo el recorrido. La colaboración interinstitucional es clave para responder a cualquier eventualidad y garantizar el éxito de esta jornada histórica.”
Finalmente, el Obispo Auxiliar de la Diócesis de Canarias, Cristóbal Déniz, resaltó el significado espiritual de la Bajada: “Este es un momento para la fe, la unidad y el encuentro. La Virgen de los Dolores simboliza la protección y la esperanza para todos los lanzaroteños, y este evento nos permitirá renovar nuestro compromiso con esos valores.”
La Bajada de la Virgen de los Dolores, que no se celebra desde 1965, recorrerá 18 kilómetros desde su ermita en Mancha Blanca hasta la Iglesia de San Ginés en Arrecife. Durante su estancia, se llevarán a cabo actividades culturales y religiosas, fortaleciendo el legado espiritual y comunitario de la isla.
El Cabildo de Lanzarote continuará coordinando los últimos detalles en los próximos días para asegurar el desarrollo exitoso de esta histórica peregrinación.