Oli MacBurnie, con dos goles, le da una ronda más a la UD Las Palmas en la Copa del Rey (1-2)

Las Palmas de Gran Canaria

Las Palmas ejerció de inicio un control sobre su rival. Salió con la responsabilidad que exigía el escudo. Dejó una sensación de peligro en los primeros minutos del encuentro, con una ocasión malograda por McBurnnie y pisando constantemente el territorio "europeo". Pero a pesar de esa primer impresión, el equipo local fue subiendo su autoestima. A ello contribuía un ardiente Nou Serdenya, repleto hasta las tachas. Sin embargo, los catalanes no inquietaban en exceso la portería de Horkas. La UD volvía a tomar las riendas del encuentro en los últimos minutos de la primera parte, pero le faltaba quemar la pólvora para encender el marcador.

Con el arranque de la segunda mitad llegó el primer gol de los grancanarios. Una jugada del conjunto amarillo fue rematada de cabeza por Olie MacBurnie para establecer el cero a uno. Pero el contento duró lo justo. Unos minutos más tarde empató el CE Europa en una relajación defensiva de los insulares. Diego Martínez dio entrada a Mata y Januzad para cambiar el mobiliario. Las Palmas cogió la vía directa. Insistía en abrir la portería del club catalán. Y de nuevo fue el escocés el hombre la Copa. El delantero en un movimiento de nuevo puro encaró al portero para batirle por abajo.

A partir de ahí Las Palmas se dedicó a devolver pelotas al campo contrario. Maduraba el encuentro en la búsqueda de un tercer gol que ahorrara sustos en la recta final de la eliminatoria. El tanto que debía dormir el partido de manera definitiva no llegaba, pero al Europa, la Copa se le estaba convirtiendo en una cuesta muy inclinada. Ya sus fuerzas eran las justas. No hubo ninguna secuencia más que fuera digna de estar incluida en esta crónica. El partido terminó con victoria amarilla, para mayor gloria de Diego Martínez y para coger impulso para la vuelta a la liga. Nos espera el Valladolid. Un rival directo por la salvación. Una final en la decimosexta jornada.