Sobre el cinismo político
Francisco Pomares: "Sobre el cinismo político"
Un Clavijo visiblemente enfadado adelantó ayer en el Parlamento la que va a ser su estrategia para la próxima conferencia de Presidentes: presentar un nuevo documento sobre emigración que incorpora a la propuesta de reforma de la Ley de Extranjería presentada sin resultados en julio, las condiciones del PP en la negociación con el Gobierno de Canarias, presentadas en formato de preámbulo. Si aun así, a pesar de incorporar lo que PSOE y PP consideran innegociable, los dos grandes partidos estatales fueran incapaces de llegar a un acuerdo, Clavijo propondrá un ‘Plan B’, cuyo contenido no ha revelado, pero que pasaría por pactar con los indepes de Puigdemont un nuevo decreto, para lograr el reparto puntual de menores emigrantes, que estos querrían apoyar.
Es fácil comprender el hartazgo de Clavijo ante la apatía y desinterés del Gobierno nacional, el cansancio ante la ausencia absoluta de solidaridad, el asqueo por meses de infructuosos intentos de llegar a un acuerdo, de negociaciones demoradas hasta la náusea, en las que Canarias –y su presidente- parece que han quemado ya todas sus opciones. Un año con la atención a los menores emigrantes convertida en principal y frustrada prioridad de la acción del Gobierno regional agotan a cualquiera. No sólo a los protagonistas que sufren este ninguneo constante del Gobierno y su oposición. También a decenas de miles de isleños que observan atónitos como los casi seis mil chicos de los que nadie quiere ocuparse, se han colocado en el podio de las urgencias del Gobierno de las islas, por encima de asuntos como la dependencia, las listas de espera en Sanidad, la falta de vivienda, la desatención a los ancianos, la pobreza severa o la miseria burocrática de la administración. Y así llevamos un año, sin que se vislumbre salida alguna en el horizonte.