Alejandro Molowny: “Los residuos son recursos, no desechos”
El director insular advierte que “tanto empresas como ciudadanos tendremos que pagar en función de la cantidad que generemos”. Arona impulsa un cambio en la gestión de sus residuos
Hoy, los ciudadanos pagamos lo mismo si generamos una bolsa de basura que cinco. Pero esta realidad cambiará en un futuro no lejano, cuando la nueva normativa europea que rige los residuos avance en su aplicación. Esta fue una de las conclusiones del encuentro celebrado este miércoles en Arona, a iniciativa de su Ayuntamiento y con la colaboración de Spring Hoteles y Valoriza, para analizar los desafíos que supone para Tenerife generar más de 500.000 toneladas de residuos al año (en 1985 no llegaban a las 200.000 toneladas anuales). La dimensión del desafío para las sociedades actuales se ve claramente en las cifras: 100 camiones diarios trasladan los residuos desde los distintos puntos de la isla al único Complejo Ambiental que los trata. Y es que la movilidad desde el punto en que se originan los residuos hasta el centro donde son tratados es otra de las cuestiones que influyen en que el modelo de gestión integral funcione mejor o peor.
De ahí que la homogenización de la gestión que realizan los distintos municipios sea clave para mejorar los datos sobre el porcentaje de residuos que se recicla o reutiliza, ya que los ayuntamientos son los responsables de su recogida mientras al Cabildo corresponde su recepción y tratamiento.
También los grandes generadores, como los hoteles, están analizando al detalle cada una de sus actividades para detectar cómo reducir los residuos que se generan en sus industrias turísticas, formando también al personal en su tratamiento.
Procesos complejos en territorio insular
Aunque la ciudadanía no siempre sabe separarlos correctamente, liberarnos de la cuantiosa cantidad de residuos que generamos implica procesos muy complejos que conviene realizar correctamente desde el primer momento. De ahí los famosos tiene contenedores, con sus respectivos colores, para tratar cada una de las fracciones en que se clasifican los residuos: vidrio, cartón, textil. aceite, pilas o materia orgánica. Cada uno de ellos requiere un servicio determinado, que realizan empresas especializadas en sostenibilidad medioambiental como Valoriza.
Gestionar, además, los residuos en un territorio limitado como las islas es aún más complejo: “Todo entra y nada sale”. De ahí la importancia, sobre todo, de reducir los residuos que generamos actualmente, que fue otra de las principales conclusiones en las que coincidieron quienes participaron en el encuentro de la SER en el sur de la isla: “Todos debemos tomar conciencia de que gestionar nuestros residuos no es responsabilidad de un ayuntamiento o del Cabildo. Lo que hagamos cada uno de nosotros va a influir en nuestra capacidad por mejorar la gestión de la basura de todo tipo que generamos, tanto en nuestras casas como en las empresas”, resumió Clara Pérez, la concejala responsable del área en el Ayuntamiento de Arona.
Pérez abogó con una mayor concienciación social, mientras Alejandro Molowny explicó que hay que cambiar la concepción que tenemos como ciudadanos: “Los residuos no son simples desechos, son también fuente de energía. Son por tanto recursos que, si no gestionamos bien, se están a su vez desperdiciando”.
¿Hay un modelo de gestión ideal?
La respuesta a esta cuestión no es tampoco sencilla. La realidad es que hay diferentes modelos y todos presentan ventajas e inconvenientes. Hay países que han apostado, como España, por un contenedor por cada tipo de residuos, pero otros simplemente distinguen entre residuos húmedos y secos (un modelo igualmente válido cuyo principal referente es San Francisco).
Lo importante, en definitiva, no es el modelo en sí, sino la forma en que la combinación Administración-Ciudadano responde al reto de deshacernos de la basura y los vertidos que generamos.