El Dreamland Gran Canaria no puede con los Wolves y confirma su mal momento de juego (88-76)

Las Palmas de Gran Canaria

El Gran Canaria tuvo una salida espantosa. Tardó cinco minutos en anotar su primera canasta en Vilnius (9-2). Era una continuación de los últimos encuentros, donde el equipo había dejado tantas dudas. El único que parecía ofrecer resistencia a este panorama desolador era Homesley, que cargó con la responsabilidad ofensiva del equipo. Con once puntos en el primer cuarto, el jugador de Carolina del Norte ayudó a que el Gran Canaria igualara el marcador (22-18, minuto 10).

Con el inicio del segundo parcial, el Wolves dio un nuevo arreón en el partido gracias a la versión estelar de Andrews. El ex jugador del Joventut enchufaba todo lo que lanzaba. La diferencia a favor del equipo lituano era de diez puntos en el minuto 15 (35-25). Le costaba un mundo al Gran Canaria acercarse en el marcador. Homesley dejó de facturar y el Dreamland no encontró relevo en esa tarea. Encima Carlos Alocén tuvo que abandonar el cuarto por una molestias en su rodilla derecha. Al descanso el marcador era de 42 a 33, necesitaba el Dreamland mejorar en defensa y en intensidad.

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A la salida de los vestuarios, el Wolves conseguía un tres más uno, mientras que Conditt se cargaba con su tercera falta personal. Blazevic, liberado de la tensión defensiva de Conditt, era un pesadilla para los visitantes, moviéndose con inteligencia bajo el aro del Gran Canaria. Las sensaciones eran malas para los amarillos. La reacción del Dreamland estaba en la cabeza y en las manos de Homesley, pero la defensa del equipo no ayudaba. Necesitaban meterle una marcha más la partido los jugadores isleños. Y lo hizo el conjunto de Lakovic en el último minuto del cuarto con un Pierre Pelos que encontró la vía para anotar. Un triple de Nguama cerraba el parcial en 62 a 55. Quedaba tiempo para ganar el partido

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Había braceado mucho el Gran Canaria para ponerse a cinco puntos. Todo ello gracias a Pierre Pelos, que seguía fuera del radar defensivo de los Wolves. El francés estaba siendo la clave para la reacción del conjunto de Lakovic (64-64) Se había logrado lo que parecía imposible, igualar el encuentro cuando quedaban siete minutos para acabar el choque. Después de una mala primera parte del Dreamland, el encuentro se iba a resolver en los pequeños detalles. Pero a pesar del esfuerzo, al Gran Canaria le seguía faltando defensa y frescura en ataque. Los Wolves olieron la sangre y volvieron a montarse arriba en el marcador, pero ya de manera definitiva. Nueva derrota del Gran Canaria, es la cuarta consecutiva, que deja tocado al equipo en este tramo de la temporada.