La vivienda, en su laberinto

La mirada de Marta Cantero: porteros de discoteca al cuidado de menores
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Todo lo que gira en torno a la vivienda parece estar afectado por una especie de virus para el que nadie encuentre cómo combatirlo. Si el mercado no se interviene, los abusos se multiplican. Y si se toman medidas desde lo público para embridarlo, se detectan efectos tan perversos que es peor el remedio que la enfermedad.
Los precios están tan disparados que en torno a 30.000 viviendas esperan por un comprador, mientras otras decenas de miles permanecen vacias, al tiempo que crecen las vacacionales. Y todo ello en medio de un ruido ensordecedor que no contribuye a clarificar el panorama.
Para guinda del pastel, la construcción de vivienda nueva va a su ritmo, el de un paquidermo, porque aún no hemos sido capaces de industrializar un sector que en pleno siglo XXI funciona con criterios del XX. A veces basta con mearear menos la perdiz y copiar bien lo que ya hacen otras autonomías y países con éxito. En este caso, modernizar el sector de la construcción.

Marta Cantero
He trabajado en diversos medios de comunicación de las Islas, tanto en Gran Canaria como en Tenerife,...




