Tirón de orejas del Supremo al Estado

El Tribunal Supremo acaba de dar un buen tirón de orejas al Estado por quitarse de encima la responsabilidad de incluir a un millar de menores migrantes en el sistema de protección internacional como demandantes de asilo.

Ha sido un pulso francamente feo, por el interés que está en juego, el que ha echado la Abogacía del Estado al Gobierno de Canarias. Llegó a decir en su recurso que no hay una norma concreta que le obligue a asumir esa función, sino "un conjunto de obligaciones genéricas" y que en realidad Canarias es la única competente.

Aunque, más que el retorcido argumentario jurídico, lo que duele de verdad es la insensibilidad manifiesta de un Coalición de Gobierno progresista hacia estos menores no acompañados, pese a su hacinamiento.

En su auto, el alto tribunal deja claro lo que el sentido común dicta, que esos niños y niñas son responsabilidad compartida de ambos Gobiernos, y que no vale que uno de los progenitores haga dejación de sus funciones.

El Gobierno de España tiene diez días para rectificar: ¡ojalá no lo haga con otra pirueta jurídica!