"Tengo pánico, tengo miedo a morirme": la angustía de una paciente por el retraso de una prueba médica
A Betsaida, de 41 años le han cancelado in situ hasta en cuatro ocasiones una prueba para tratar su Hiperparatiroidismo Primario, agravándole su deterioro físico y psicológico

"Tengo pánico, tengo miedo a morirme": la angustía de Betsaida, una paciente desesperada por el retraso de una prueba médica
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Betsaida Vera Díaz, lleva soportando desde que comenzó este año una "absoluta indefensión" al cancelarle en reiteradas ocasiones una prueba necesaria para combatir su enfermedad. Esta mujer de 41 años, sufre Hiperparatiroidismo Primario lo que me produce Hipercalcemia en sangre y orina. Al ser la segunda vez que me ocurre, mis paratiroideas no están en el lugar debido y no se ven en un TAC ni en gammagrafía por lo que decidieron realizar un Pet TAC para poder diagnósticar bien donde se encuentran y poder operarlas.
A Betsaida le han llegado a cancelar esa prueba hasta en cuatro ocaciones. La última, el pasado 4 de abril. Nunca le han advertido previamente de la anulación de la cita, siempre ha sido el mismo día en el que tiene previsto hacerse esa prueba cuando le comunican que no puede realizarse. Ahora ni le dan fecha ni le garantizan que la puedan hacer.
Según denunció esta mañana en el programa Hoy por Hoy El Drago de SER Las Palmas, las razones que le da el Hospital Insular de Gran Canaria, donde se realizan estas pruebas está en el engorroso trámite desde que se confecciona la sustancia requerida para la prueba hasta su traslado a Gran Canaira. "Son unos líquidos que se hacen en el día, tienen que pasar un proceso de calidad, que a veces lo pasan o no, luego se transporta en un vehículo que puede llegar a tiempo o no llega. El piloto decide si permite su entrada y en aduana sólo hay una persona para poder dar el visto bueno a la entrada de ese medicamento", relata. La última vez le comunicaron que la prueba tuvo que ser suspendia porque "el producto no pudo llegar desde Madrid". Betseida, se vio tan desesperada que "me fui casi llorando al departamento de dirección del hospital suplicando hacerme las pruebas como si me tengo que trasladar a Madrid", incluso pagándose ella el viaje y la estancia. Sin embargo, le denegaron también esa posibilidad.
Mientras tanto, su enfermedad va agravándose con un deterior físico y psicológico. Una enfermedad que progresivamente va obstruyendo las venas y arterias pudiendo provocar calcificación de los órganos, ocasionándole cansacio, dolor en el cuerpo y molestias intestinales, pero lo peor que lleva son las secuelas psicológicas este retraso de las pruebas. "Estas situaciones las llevo al límite, las vivo como una montaña rusa. Ya no sólo tener que realizar la prueba me da miedo, porque el diagnóstico me asusta, me asusta operarme, sino que ese día que tengo que hacerme la prueba si me la cancelan hace que no pueda llevar una calidad de vida. Tengo pánico, tengo miedo a morirme", lamentó.




