Habrá esperanza
Carmen Martín Gaite escribió un libro exquisito que tituló 'Lo raro es vivir'. En él, habla de la muerte y de la extrañeza de estar vivo, y de él me he acordado hoy haciendo repaso de la actualidad. Porque la cantidad de rarezas que ocurren a nuestro alrededor roza ya lo increíble. En lo anecdótico y en lo sustancial. Todo es hilaridad o brutalidad, en lo nimio y en lo esencial.
El mundo parece, de hecho, haberse visto afectado por una pandemia de estupidez y maldad, que no tiene aún nombre ni, que yo sepa, remedio.
Hay cosas que nos producen risa, como que una presidenta en funciones de un Parlamento prohíba a los diputados que le envíen wasaps. O que la presidenta de una comunidad pida a los vecinos que no hagan ruido al mantener relaciones sexuales, y lo incluya en el orden del día.
Otras nos producen terror, pavor o indignación. Una foto por ejemplo de Trump y Netanyahu. La pregunta de si ganaron los malos se nos cuela como si fuéramos aún ingenuos infantes. Porque si es verdad que siempre ha habido gobernantes desalmados, todos juntos y al frente de las principales naciones parece ya demasiada ira de dios sobre este valle de lágrimas.
Lo raro es que aún tengamos fuerza para levantarnos de la cama, pero mientras lo hagamos habrá aún esperanza.

Marta Cantero
He trabajado en diversos medios de comunicación de las Islas, tanto en Gran Canaria como en Tenerife,...




