Lo profecía (cumplida) de Felipe Miñambres en Radio Club Tenerife: "Uno siempre sueña con volver donde fue feliz"
Es nuevo consejero del CD Tenerife y el 1 de julio será director general de la institución


Santa Cruz de Tenerife
Uno de los futbolistas que más veces vistieron la blanquiazul. Nació en Astorga y el empeño de Santiago Llorente en ficharle permitió que fraguase una extraordinaria relación de amor con un equipo al que aspira a volver algún día. La última entrevista de Felipe Miñambres en Radio Club Deportivo dejó estas preguntas y respuestas.
¿Qué significa Tenerife en la vida de Felipe Miñambres?
Para mí ha sido el club donde más tiempo he estado. No solo como futbolista, que de sobra, sino también desde otras facetas en cualquier otra actividad que se pueda desarrollar en un equipo de fútbol. Fue donde más cosas conseguí, donde me hice conocido, donde desarrollé mi trayectoria profesional al más alto nivel durante más tiempo y donde siento el cariño de la gente cada vez que voy. A veces en aeropuertos coincido con gente de Tenerife. En sitios extrañísimos. La última vez en Nueva York, otra vez en Dallas, muchas veces más cerca... En muchos sitios hay un tinerfeño que me para para una foto. Tenerife es donde fui reconocido, donde fui feliz y hasta donde nació uno de mis hijos. El otro habría nacido también, pero nació en León porque fue en vacaciones. De hecho, crecieron y se educaron en La Salle. Con Tenerife me pasa lo que con los amigos; aunque no los veas, siempre están ahí.
Fueron en total 357 partidos con la blanquiazul, los cuales le otorgan un lugar de honor en la galería de ilustres del tinerfeñismo. Si le preguntase con cuál se queda, ¿qué respondería?
Pues que hay muchos. Quizá el que más me marcó por todas las circunstancias que hubo alrededor y por ser la primera eliminatoria de UEFA del club, también porque hice un gol, fue el de Auxerre. Aquel día marcó un antes y un después. Recuerdo que el Auxerre hacía muchísimo tiempo que no perdía en casa y nosotros teníamos que ganar después de haber empatado en el Heliodoro, y las expulsiones y las lesiones nos condicionaron. Tuvimos que jugar con Pier de portero. Se dieron una serie de cúmulos que hacen que fuese todo muy épico. Aunque partidos épicos hubo muchos. A nivel individual también recuerdo el único hat trick de mi carrera. Fue ante el Espanyol. De mis años en Tenerife tengo muchos recuerdos felices.
¿Cuánto de importante es para usted verse entre los cuatro futbolistas con más recorrido como blanquiazules? ¿Conoce a los otros?
Es un honor. Y, sí, claro, por supuesto que los conozco. Con Toño compartí vestuario, Molina por supuesto sé quién es y Suso y Aitor Sanz también; conozco a todos.
¿Cómo llegó Felipe al Tenerife?, ¿cómo comenzó todo?
Comenzó con un acuerdo, pagué la cláusula de rescisión que tenía en el Sporting y empecé a formar parte de un proyecto que nacía con muchas ilusiones, con muchos jugadores nuevos y con la idea de estar mucho tiempo en Primera División. Fue un proyecto que partía de la gente que había sido partícipe del ascenso; algunos de ellos se quedaron. Y el objetivo era consolidarnos. Costó al primer año, luego fue todo rodado: fui a la selección, fui a un Mundial... Pero lo más importante para mí fue sentirme parte importante de un proyecto colectivo: ayudé a crecer al Tenerife durante todos aquellos años, que fueron inolvidables.
Pero nadie podía presagiar que aquel equipo llegaría tan lejos. ¿La clave fue ser irreverentes?
Los éxitos no corresponden a una sola persona, son colectivos. Yo creo que fue clave el primer año, que nos costó mucho y jugamos la promoción, con el gol de Eduardo en Riazor. Aquello fue un punto de inflexión para despegar.
Hubo un crecimiento con Valdano y Cappa; y a partir de ahí ese crecimiento no paró, con éxitos que ahora son difíciles de repetir. En aquel entonces ya era difícil, ahora lo es todavía más. Desde el presidente Javier al utillero Figueroa, unos con más poder de decisión y otros con menos, todos nos sentimos protagonistas.
¿Aspira a volver? No sé si se siente más cómodo en los despachos que en la banda, pero es justo reconocer que en los últimos años se ha abierto paso como uno de los directores deportivos con más prestigio de nuestro país.
Es cierto que a uno, cuando acaba, lo que más le apetece a lo mejor es entrenar. Y yo lo hice. Pero surgió la opción de dedicarme a la dirección deportiva y estoy más cómodo. Es menos estresante. Ser entrenador durante la semana siempre es bonito porque proyectas un estilo sobre el juego, los partidos..., pero ahora me siento más cómodo y llevo ya muchos años como director deportivo en clubes profesionales. Me encuentro a gusto viendo jugadores, planificando el futuro de los que vienen, de los que salen... Fueron nueve años en el Rayo Vallecano, no tantos en el Celta de Vigo, y la realidad es que me siento cómodo, a gusto. Espero seguir dando guerra un tiempo más.
¿Y se volverán a encontrar los caminos?
Yo creo que sí, que en algún momento vamos a volver a coincidir y se van a dar las situaciones para que vuelva al club. Pero eso a veces llega sin uno proponérselo. Al final, donde uno se ha sentido bien y es querido todo resulta más fácil. Una vez estuvo a punto de darse, no se dio; y quizá como director deportivo en alguna ocasión se crucen nuestros caminos. Uno siempre sueña con volver adon
de fue feliz.
De hecho, es un anhelo de los accionistas de referencia del club. Siempre ha existido una alta consideración de Felipe Miñambres por parte de los que mandan.
Sí, a veces hablo con gente del club. Y aún no se han dado las circunstancias para volver, pero tengo un poco la intuición de que en algún momento pueden cruzarse los caminos de una y otra parte. Ojalá.

Manoj Daswani
Santa Cruz de Tenerife, 1982. Licenciado en Ciencias de la Comunicación. Ha estado en los últimos cuatro...




