El infierno de Joana: sometida por su padrastro a violaciones brutales desde que era una bebé en La Gomera
La Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife juzga a un hombre que sometió a su hijastra a todo tipo de vejaciones sexuales desde que era una bebé de tan solo tres años. La Fiscalía pide para él doce años de prisión

Hora 14 Canarias (16/04/2025)
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Santa Cruz de Tenerife
Joana no conoce otra vida, ha sufrido agresiones sexuales desde que eran una bebé. No se trata de su verdadero nombre, que protegemos para preservar su intimidad. Su nombre no es real pero su historia si. La vida de una niña sometida a un sufrimiento terrible por parte de la única figura paternal que ha conocido. El presunto agresor se enfrenta el próximo martes a un juicio en el que Fiscalía le pide doce años de prisión y diez de libertad vigilada, orden de alejamiento durante diez años y una indemnización de 60.000 euros. Según el escrito de acusación, al que ha tenido acceso la SER, la niña fue sometida "a tocamientos, penetraciones vaginales, anales y bucales y otras conductas lascivas como besos en la boca, comentarios obscenos y de control, hasta que Joana interpuso una denuncia el tres de marzo de 2024", al cumplir la mayoría de edad.
"Es un secreto entre los dos", decía el agresor
Las agresiones y los abusos empezaron a los tres años, siendo una bebé. "En una ocasión, cuando la niña tenía tres años, el acusado la besó en la boca cuando ella trataba de besarle en la mejilla", así comenzó el infierno de Joana según el escrito de acusación del Ministerio Fiscal. Cuando Joana cumplió seis años, empezaron los tocamientos. El presunto agresor mantenía una relación con la madre de Joana, que la dejaba a su cuidado durante largas horas mientras trabajaba. Hasta los siete años fueron solo tocamientos en las nalga y en la zona vaginal, y a partir de entonces llegó lo peor.
Las violaciones más brutales llegaron entre los siete años y los once, cuando Joana menstruó por primera vez. "El procesado sometió a la niña a penetraciones vaginales, bucales y anales, sin usar preservativo, ya continuos tocamientos lascivos, advirtiendo a Joana de que se trataba de un secreto entre ellos dos y que su madre no debía saberlo", reza el escrito de Fiscalía. En alguna ocasión llegó a ofrecerle dinero para vencer las reticencias de la niña, que estaba sufriendo un horror por parte de la única figura paternal que había conocido.
Los veranos en la Gomera y Tenerife
Joana tenía solo diez años y su padrastro cincuenta y cuatro cuando fueron juntos de vacaciones a los Apartamentos Laurisilva de Valle Gran Rey, en La Gomera. Allí le ofreció dinero a la niña a cambio de que "se dejara follar", dice literalmente el escrito de Fiscalía con el que será juzgado el próximo martes. "La menor sabía lo que era porque el procesado se lo había explicado anteriormente. La acostó en la cama, le quitó la parte baja del bikini, comenzó a realizarle tocamientos en la vulva y penetró la vagina de la niña con su pene", explica el escrito de un modo durísimo.
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Lógicamente, Joana se resistió. Con solo diez años se quejó amargamente del dolor que le producía aquella situación, pero el violador continuó pidiéndole que bajara la voz para evitar que su madre les escuchara. A partir de entonces, comenzaron las felaciones forzadas que Joana sufría cuando su padrastro la forzaba en dos lugares: en la planta superior de la vivienda en la que convivían en Santa Cruz y en la caseta de vacaciones a la que acudían durante los veranos en la pequeña localidad de Tajao, al sur de Tenerife.
Las consecuencias psicológicas y físicas
Joana sufre desde que era una niña baja autoestima, sintomatología ansiosa y depresiva, comportamientos autolíticos e ideación suicida, que han afectado también a sus estudios y a sus relaciones interpersonales. El agresor le ha destrozado la vida. Las consecuencias no son solo psíquicas, también físicas. En octubre de 2010 Joana fue diagnosticada de vaginitis y vulvovaginitis, infecciones e inflamaciones en la zona vaginal. A su padrastro le dio igual, porque los episodios continuaron entre 2015 y 2017, cuando se produjo el cambio físico de Joana propio de la adolescencia.
Varios familiares se percataron de la situación cuando el agresor le tocó las nalgas a Joana, durante unas vacaciones en La Gomera, delante de su propia madre. El acusado está en prisión preventiva hace un año y el próximo martes será juzgado en la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife. Entre las pruebas se aportan el testimonio de varios familiares y profesionales de la medicina y la psiquiatría y la declaración del propio agresor, que se enfrenta a una posible pena de doce años de prisión y diez de libertad vigilada, orden de alejamiento durante diez años y una indemnización de 60.000 euros para Joana.

Javi Rodríguez
(La Palma, 1991) Periodista vinculado a la Cadena SER en Canarias desde el año 2009, apasionado de los...