El Papa y la pérdida de fieles
La muerte de un Papa es siempre un acontecimiento que provoca conmoción en el mundo católico, especialmente si durante su Papado ha tenido la sensibilidad social de Francisco. Para el resto de mortales, es un acontecimiento histórico indiscutible y poco más. En un momento en que se está produciendo una sangría de creyentes, elegir un nuevo jefe de la Iglesia es sin duda una buena oportunidad para hacer examen de conciencia y analizar qué papel puede jugar en el futuro. Hay quienes abogan por hacer oídos sordos a la pérdida de fervor religioso de los creyentes, y ya se han pronunciado por un Papa ortodoxo, que lejos de modernizar la estructura eclesial, blinde el Vaticano y todo lo que representa. Un poder de indiscutible influencia terrenal. La Iglesia debería sin embargo avanzar en conectar con la sociedad de su tiempo. Solo así podría poner freno a la pérdida de 280.000 feligreses al año en España o de casi 14.000 religiosos en cuatro años, por no hablar de la caída de bautizos, comuniones y bodas. Y todo ello con un Papa que puso especial atención en dar voz a los más vulnerables. Si tendrá continuidad su visión de la Iglesia o sufrirá un giro inverso es el gran enigma que deja la muerte de Bergoglio.

Marta Cantero
He trabajado en diversos medios de comunicación de las Islas, tanto en Gran Canaria como en Tenerife,...




