"Hoy hemos dicho 'no'": así se vivió desde dentro la revuelta en un centro de migrantes de Tenerife

Mientras varias decenas de personas migrantes aguardaban en el exterior a que les dejaran volver a entrar en el llamado centro de las madres, en la antigua cárcel de Santa Cruz de Tenerife, la Policía custodiaba el interior, donde un grupo de los residentes continuaba atrincherado en una de las estancias del recinto con la niña cuya marcha querían impedir a toda costa. Los migrantes aseguran que esta separación de niños de sus familiares ocurre con mucha frecuencia. "Hoy hemos dicho que la niña no sale", relata Bara, padre de otros pequeños que también viven en el CAI.

El enorme despliegue policial se mantenía en el interior del centro y en las calles adyacentes, mientras el grupo de residentes a los que impedían volver a entrar tras el primer desalojo veían pasar las horas sentados en las aceras y los muros de los parterres. De las ventanas no se despegaban los niños cuyos padres se encontraban en el exterior, y trataban de comunicarse con ellos a gritos.