El otro lado del Mercado Central: denuncias por condiciones precarias en la trastienda
Los trabajadores y puesteros critican la falta de montacargas, la inseguridad y la pérdida de espacios básicos de los empleados como baños y comedor propio, pese a los beneficios que les ha supuesto la llegada de Mercadona

El otro lado del Mercado Central: denuncias por condiciones precarias en la trastienda
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Las Palmas de Gran Canaria
El Mercado Central de Las Palmas de Gran Canaria es el mayor de los cuatro mercados municipales de la ciudad. Ubicado en plena zona comercial de Mesa y López, este espacio cuenta con una superficie de más de 6.000 metros cuadrados distribuidos en dos plantas y una galería comercial. En los últimos años, el mercado ha experimentado una profunda transformación con la llegada de grandes inversiones, como la implantación de Mercadona y una zona de restauración. Sin embargo, esta reconversión no ha venido acompañada, según denuncian trabajadores y puesteros, de mejoras en las condiciones de trabajo.

Rampas del Mercado Central de Las Palmas de Gran Canaria y escalera de emergencia
Dos años sin montacargas, peligro en la rampa
Uno de los principales problemas denunciados es la inoperatividad de los montacargas. Según explican varios empleados, llevan más de dos años sin que estos equipos funcionen, lo que obliga a cargar y descargar mercancía manualmente por una rampa. Esta rampa, originalmente más ancha, fue reducida con la llegada del supermercado valenciano, y ahora comparte espacio con una escalera de emergencia que permanece bloqueada por cajas. A ello se suma que la rampa se encuentra frecuentemente mojada por los residuos de la zona de pescadería, aumentando el riesgo de caídas.
Con las obras, "empezaron a subir ladrillos, azulejos: se rompió el montacarga, lo arreglaron un mes y se volvió a romper. Así llevamos dos años, rompiéndonos las piernas a las cinco de la mañana", dice un trabajador, a lo que otro compañero añade que "se nos han quedado compañeros debajo de los carros y hemos podido sacarlos de milagro. Nos hemos caído muchas veces por resbalones en la rampa". "Por la mañana se moja, es normal, por el paso de los pescaderos. Los montacargas del Mercadona sí funcionan, pero los nuestros no", manifiestan.
"Yo me caí una vez de culo y ahí me quedé un rato", dice una trabajadora, o "imagina subir palets de 400 o 500 kilos entre tres o cuatro personas a las cinco de la mañana, es inhumano", nos comenta un pescadero.

Instalaciones del Mercado Central, montacargas rotos, otros sin funcionar y una escalera de emergencia inoperativa

Instalaciones del Mercado Central, montacargas rotos, otros sin funcionar y una escalera de emergencia inoperativa
El contraste con las instalaciones de Mercadona
Mientras tanto, aseguran que Mercadona cuenta con sus propios montacargas plenamente operativos, entrada para tráilers y condiciones logísticas que contrastan con la precariedad que sufren los pequeños comerciantes. La inversión total para su implantación superó los 11 millones de euros, entre costes directos, indirectos y de ocupación.
La queja no es solo logística. Los trabajadores también denuncian la desaparición de servicios esenciales. Antes disponían de un comedor y baños con duchas exclusivos para el personal. Tras los cambios recientes, deben compartir unos baños reducidos e insuficientes con el público, uno de los cuales está además averiado. "Para unos ha habido unos remedios y unas soluciones, pero el resto del centro, que teníamos la promesa de que la reforma continuaría y no ha sido así. Las instalaciones son las mismas para un mayor número de personas. No tenemos ni un comedor para que el personal pueda comer tranquilamente en su descanso", comenta un carnicero.

Baños masculinos en el Mercado Central, uno de los váteres está averiado

Baños masculinos en el Mercado Central, uno de los váteres está averiado
A la precariedad material se une la falta de seguridad. Aunque el mercado cuenta con cámaras, no dispone de vigilancia privada, una demanda reiterada por parte de los trabajadores. Esta situación, sumada a las duras condiciones laborales y la ausencia de comodidades básicas, dificulta el relevo generacional en un sector ya de por sí sacrificado. "Obviamente, esto no es la oficina de Google, pero sí pedimos mejoras y que la gerencia nos comunique lo que se está haciendo. Notamos una falta total de transparencia", denuncia el responsable de una panadería.

Montacarga bloqueado del Mercado Central

Montacarga bloqueado del Mercado Central
El futuro: sensores, tornos y tecnología
En febrero, Sagulpa anunció un proyecto de modernización para los mercados Central y del Puerto. El plan contempla la instalación de sensores inteligentes, detectores de humo, tornos de acceso con pago electrónico y quioscos interactivos. La intención es dotar a estos espacios de una nueva vida, aunque por ahora los problemas más urgentes siguen sin solución. A pesar del aumento de las ventas tras la llegada de la cadena de supermercados —más de un 35%, según cifras del Ayuntamiento— los trabajadores del mercado aseguran sentirse abandonados por la gerencia y denuncian que sus reclamaciones no han sido atendidas tras meses de quejas continuas.

Rampas del Mercado Central de Las Palmas de Gran Canaria

Carlos Moreno
Periodista de informativos en la redacción de la Cadena SER en Canarias. La radio es compañía, es inmediatez,...




