Atrincherados en la protesta

Hay debate en Canarias en torno a la participación en la gobernanza de asuntos sobre los que la ciudadanía tiene opinión y posición. Por ejemplo, en la gestión turística hay una reclamación creciente. No tanto en lo que concierne a la política energética. Aún así, la nueva normativa que impulsa las renovables en las Islas ha abierto las puertas a las denominadas "comunidades energéticas".
El invento funciona ya en otras comunidades autónomas y supone un auténtico proceso de implicación de los habitantes de un territorio en los proyectos energético. Esta vía, que se implanta por primera vez en el Archipiélago, convierte a los vecinos o trabajadores en inversores: no se limitan a ser sufridores del impacto que pudiera tener esa iniciativa en su localidad, sino también en beneficiarios.
Para las energéticas, ha sido una trágala, porque es de obligado cumplimento para sacar a adelante sus propuestas. Y se han resistido como gatos panza arriba a su implantación, que finalmente se impuso.
Es difícil predecir cómo funcionarán las comunidades energéticas en una tierra con escasa cultura participativa, pero es un paso firme hacia lo que piden estos tiempos: que se implique a la ciudadanía en la toma de decisiones.
El tiempo dirá si hemos madurado o seguimos atrincherados en la fase de protesta.

Marta Cantero
He trabajado en diversos medios de comunicación de las Islas, tanto en Gran Canaria como en Tenerife,...




