Romper la inercia
Hace ya más de un año que la sociedad canaria se viene movilizando para protestar por la masificación turística. Ante ello, es significativa la diferente reacción que ha producido en la clase política y en la empresarial. Los primeros tratan de canalizar el malestar social con más o menos receptividad; en el caso de los empresarios es, mayoritariamente, de irritación. No entienden estos a cuento de qué tienen que meterse los ciudadanos en sus asuntos, por más que sus asuntos sean también los asuntos de buena parte de ellos, como trabajadores del sector, y por supuesto de todos y cada uno de los canarios como tierra receptora de visitantes. Y ahí estriba el 'quid' de la cuestión, no entender que el interés general está por encima de cualquier interés particular. Lo inteligente es hacerlos coincidir, que es lo que tratan de hacer algunos dirigentes que reaccionan no solo porque haya elecciones en dos años, sino porque son conscientes de que los tiempos cambian, también en el sector turístico. No cabe duda de que la protesta está teniendo el primer efecto buscado: romper la inercia en la gestión del turismo.

Marta Cantero
He trabajado en diversos medios de comunicación de las Islas, tanto en Gran Canaria como en Tenerife,...




