¿Una muerte a tiros evitable?
En 2021 llegaron a Canarias 3.048 migrantes menores no acompañados. Uno de ellos fue un gambiano de 13 años que este sábado falleció abatido a tiros por la policía. El joven intentaba coger un avión para regresar a su país y para ello se saltó las puertas de seguridad del aeropuerto, en un intento vano por embarcar. Al parecer tenía billete pero no para ese aciago día y llegó al aeropuerto caminando erráticamente por la autopista, según las llamadas de varios vecinos.
Entre su llegada a Canarias y su muerte transcurrieron cinco largos años, en los que no sabemos qué puede haber ocurrido para que acabara atacando de forma tan violenta a civiles y agentes. En las imágenes que todos hemos podido ver parecía fuera de sí, como cualquier fiera enjaulada.
El asunto es delicado y conviene no especular, pero si abrir una reflexión sobre la situación en que se encuentran miles y miles de niños y niñas migrantes, varados en una tierra extraña, malamente atendidos, mientras la clase política se pelea entre sí al tiempo que sostiene hipócritamente que defiende las derechos de la Infancia.
¡Ojalá su muerte no sea en vano!

Marta Cantero
He trabajado en diversos medios de comunicación de las Islas, tanto en Gran Canaria como en Tenerife,...




